Copa del Rey | Barcelona - Espanyol
Laporta prepara su retiro en la franquicia de Miami
Esperan ganarla en breve. Ya tienen un ejecutivo en EE UU.
A Joan Laporta le queda poco más de un año en la presidencia del Barça. En verano de 2010 acaba su mandato y mucho se ha especulado sobre su futuro cuando se marche, puesto que no se puede presentar a otra reelección.
Descartada la opción que parecía brindarle la política, el presidente sopesa la posibilidad de gestionar directamente la franquicia que el Barça está muy cerca de conseguir para tener un equipo en la Major Soccer League (MLS), a través de alguna de sus empresas. Además, la estrecha amistad de Laporta con el empresario boliviano Marcelo Claure y con el mexicano Pedro del Cerro Martínez (otro amigo del presidente con arte y parte en este negocio) facilitarían el desembarco en tierras americanas.
El hombre.
Miami sería la plaza del mercado a explotar, algo que desde el Camp Nou hace tiempo en lo que trabajan. Tan seguros están Laporta y sus chicos del éxito, que ya han enviado a Estados Unidos a un ejecutivo del club para encargarse de avanzar en el asunto. Joshua Thomson, empleado del Barça desde 2003, cuando se incorporó al departamento de Desarrollo de Negocio y Marketing Internacional para la zona asiática, del que ahora es director. Thomson ha vivido, entre otros países, en Estados Unidos, de ahí que Laporta y los suyos hayan considerado que haga las funciones de adelantado para el objetivo con sede en Miami.
Tal y como se informó en la recepción que Laporta ofreció a la prensa en Navidad, el equipo hará la gira de verano por EE UU. Parece comprensible.
El presidente tendría en la recámara un plan B
Por si las moscas, Joan Laporta tiene un as guardado en la manga. Con unas elecciones programadas para el año que viene (aún sin fecha confirmada), el presidente parece tener claro que preparará un delfín para que opte a su sucesión en lo que será una batalla interesante entre el elegido (se habla de Alfons Godall o Jaume Ferrer), Sandro Rosell (confirmó sus intenciones hace tiempo) y todos los demás socios deseosos de sucederlo. Los estatutos del club dicen que tras un mandato de ocho años, el presidente debe dejar el cargo, pero no dice nada de poder permanecer en la directiva como vocal o un cargo menor. Si no prosperase la opción de Miami, Laporta pelearía para permanecer en el Camp Nou.