El Celta se va a jugar el ascenso lejos de Balaídos

El Celta ha sido derrotado en tres de sus últimos cuatro desplazamientos (Las Palmas, Murcia y Xerez). Esta pérdida de consistencia fuera de casa es una mala noticia, sobre todo teniendo en cuenta lo que le espera a los vigueses lejos de Balaídos en la segunda vuelta. El Celta tendrá que jugar con siete de sus diez rivales directos a domicilio y buena parte de sus opciones de regresar a Primera División dependerán de su rendimiento en esos enfrentamientos.

El primero de los partidos ante un aspirante al ascenso se producirá este sábado en Girona. A priori, el equipo de Raúl Agné no debería ser un adversario para pelear por los tres primeros puestos, pero tras la primera vuelta se encuentra empatado a puntos con el Celta (ambos tienen 31) y está a sólo dos de distancia de los puestos de privilegio. Además, es el único de los de arriba que ha ganado en Balaídos hasta el momento (faltan por jugar en Vigo Castellón, Levante y Xerez).

Estadios insignes. La visita a Montilivi inaugurará una serie de complicadísimos choques a domicilio. De aquí a final de Liga el Celta tendrá que visitar el Heliodoro Rodríguez, el Helmántico, Vallecas, Anoeta, La Romareda y el Rico Pérez. Los únicos respiros que le dará el calendario fuera de casa será ante los dos colistas (Alicante y Sevilla Atlético) y un poco ante el Nàstic, que ahora mismo se encuentra en la parte media-baja de la tabla.

En la primera vuelta aprobó con nota los choques de aspirantes

El Celta tiene una ventaja con respecto a sus rivales para esta segunda vuelta y es que en la primera parte de la Liga realizó buenos resultados ante los de arriba y tiene en su mano ganar la mayor parte de los goalaverages particulares. Así, el Celta derrotó a Salamanca y Zaragoza (ambos por 2-0) y Hércules y Tenerife (ambos por 2-1) en Balaídos y le ganó (1-3) al Levante en Valencia. Además, empató sin goles con Real y Rayo, y sólo cayó con Girona (0-1), Castellón (2-0) y el sábado en Xerez (2-0).