Estamos viviendo una época convulsa por las diferentes decisiones arbitrales, aunque casi siempre vinculadas a los equipos grandes. Sólo si están Barcelona o Real Madrid afectados, se habla de dichas decisiones y se analiza con lupa al árbitro. En otras ocasiones, como el agarrón de Sergio Sánchez a Canobbio, pasa más inadvertido, y lo más grave es que podría haber sido la jugada que decantara el encuentro.

Como demuestran las imágenes, la acción es totalmente clara y la intencionalidad del defensa no admite dudas, por lo que, independientemente de que el uruguayo cayera o no, la jugada debería haber sido sancionada con la pena máxima. Es, precisamente, esa intencionalidad de Sergio Sánchez de parar a cualquier precio a Canobbio la que determina la infracción y la equivocación del árbitro al no señalarla.

Sincero.

El uruguayo contaba por qué no se tiró al sentir el contacto: "En ese momento lo único que me pasaba por la cabeza era finalizar la jugada. Noté que me tiraban del pantalón, pero no quise tirarme para no ver una amarilla. Estando tan cerca, incluso dándola mal, a veces puedes marcar, y sólo pensé en eso". La elasticidad de la prenda propició que la molestia no fuera suficiente para impedir el avance de Canobbio y las ganas de ganar pudieron con el posible teatro del jugador: "Sabía que era la última jugada del partido. Si me hubiera tirado y lo pita, habríamos tenido una gran oportunidad de ganar".

La actuación del árbitro fue por tanto decisiva y Canobbio piensa que debió señalar el castigo: "Si ve la jugada, lo más normal es que pite. En un penalti no existe la ley de la ventaja, a no ser que el balón termine dentro; incluso marcando, si la acción es muy clara, también lo señalan. Supongo que no lo habrá visto tan claro y por eso no lo concedió. Yo no lo he visto aún por televisión, pero todos aseguran que el agarrón en el pantalón se ve claro; si el árbitro lo ha visto repetido, se quedará con la espina de si estuvo bien o mal".

El encuentro pudo cambiar de signo por esta jugada, que fue motivo de comentario en el vestuario: "Los compañeros me dijeron que si me hubiera dejado caer, posiblemente habría cobrado penalti el árbitro". Lo cierto es que no se tiró y su honradez le pasó factura: "No me pudo la honradez, sino las ganas de marcar para ganar el partido. No me deje caer, porque no creí que fuera un agarrón tan grave".

El agarrón fue en el último minuto

Medina Cantalejo descontó tres minutos y en los últimos segundos se produjo la polémica jugada. Tal y como demuestran las imágenes, la intención de Sergio Sánchez es impedir, claramente dentro del área, el avance de Canobbio a cualquier precio. El jugador uruguayo logra zafarse del agarrón y su afán por marcar le hace finalizar la jugada. La desventaja creada permite a Jarque entorpecer el remate final.