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Liga Adelante | Real Murcia - Córdoba

La siguiente parada: el Córdoba

El técnico de Mazarrón busca su quinto triunfo consecutivo. Campos aún habla de alejarse aún más del descenso y para ello es vital ganar al Córdoba, sin embargo teme que la euforia del murcianismo confunda a sus jugadores.

La afición grana vuelve a creer en el Murcia
Pepe Valero

Tres días después del fiestón ante el Celta, el fútbol, y el Murcia, regresan a NC y hasta allí llegarán fieles de la causa grana convencidos de que el Córdoba será la siguiente víctima, el quinto equipo en probar la medicina que recetan el doctor Campos y los suyos. Seguros de que el nuevo Murcia, ese al que por arte de magia (y de trabajo) se le han caído los defectos (o al menos quedan ocultos), ese al que se le multiplican las virtudes (o eso es lo que parece) seguirá en el papel de resucitado que tan bien están interpretando los chicos de Campos desde que arrancara un 2009 que mejor no puede ir en lo deportivo. Dando la razón a 'Valdanágoras', al filósofo que buscó la justificación a victorias y derrotas con los estados de ánimo, el Murcia disfruta del 'atracón' de partidos de los últimos días y quiere más. Si por el vestuario (y también por la afición) fuera en NC habría sesión continua.

Conscientes de que hay que aprovechar la ola buena, la llegada del Córdoba lejos de provocar miedos -con los dos equipos tan próximos en la clasificación el choque es vital para huir del furgón de cola- lo que provoca es ilusión. Ilusión por volver a ver jugar tan bien al Murcia, por sumar tres puntos con los que seguir azuzando la llama de la locura, de esa lucha por meterse en la carrera del ascenso en la que casi todos los entrenadores ya meten a los grana, deseo de volver a pasar un buen rato con el equipo. Ilusión, vecina de ese estado opiáceo en el que se ha convertido el Murcia.

Si ante el Celta el equipo demostró madurez e inteligencia al no precipitarse, al saber controlar las emociones, ante la escuadra cordobesista de Luna Eslava tocará repetir. Si los de Campos lo hacen, seguro que a lo largo de los noventa minutos a los Núñez, Capdevila, Despogol, Montoro y demás jugones granas gozarán de oportunidades para prolongar la fiesta. En ellos, en el mismo equipo, sólo con la duda atrás entre Xisco Campos o Juan Cruz Ochoa, volverá a apostar José Miguel Campos. Es más, y sin mirar a un rival trampa como es este Córdoba, más equipo de lo que marca su clasificación en la tabla, en buena lógica el Murcia de esta quinta entrega bajo la batuta de Campos debe ir a más. Es lo que ha venido sucediendo en los últimos partidos. Cada partido que pasa el equipo crece. Si ante el Alicante se vio un Murcia más ordenado, con la presión más arriba, si en fechas sucesivas el equipo demostró capacidad de reacción, de superación, si ante el Celta hubo hasta ratos de buen fútbol, es lógico pensar que ante el Córdoba se dará un pasito más.

Incómodos

Consciente del gran momento de los locales, el Córdoba planteará un partido áspero. A la defensiva. Pestoso. Un partido-batalla en la que los argumentos futbolísticos de los locales deben ser determinantes. Será un Córdoba más parecido al Albacete (aún más correoso y con menos vocación atacante) que a ese Celta que venía con el aura de equipo imbatible. Otro tipo de enemigo al que habrá de contrarrestar el Murcia desde el dominio aplastante desde el primer minuto. Un Córdoba en el que brillan un clásico como Yordi o Katxorro y en el que esperan mucho de Natalio, último fichaje. Un equipo típico de Segunda, uno de esos de los que llegan a Nueva Condomina, ven el campo, ven las caras de los rivales y piensan: para puntuar aquí hay que morder. Un rival al que por eso mismo, hay que morder aún más y sobre todo ganarle desplegando argumentos futbolísticos. Ese es el camino que lleva a la quinta victoria. ¿Alguien se lo quiere perder? La posibilidad de asistir, de participar en la timba que conduce al repóker en manos de un murcianismo más vivo que nunca.