"Boluda es muy serio; lo que el Madrid necesita"

Usted fue entrenador del Levante en tres ocasiones y allí tuvo la oportunidad de conocer a Vicente Boluda...

Es verdad, le conozco desde hace mucho tiempo, pero sobre todo traté más con el padre. La primera vez que le vi era un chaval joven que estaba estudiando y le gustaba el fútbol. El abuelo y los padres eran granotas de toda la vida. Son levantinistas a tope. Vicente es del Madrid porque estudió aquí muchos años. Se hizo muy madridista. En mi segunda etapa en el Levante, él ya era directivo y hablábamos mucho del Madrid.

¿Cuándo fue eso?

En la temporada 84-85. Él estaba en la directiva y a mí me volvieron a llamar para que entrenara al equipo. Su padre siempre ayudó al Levante y la madre era la que entregaba el ramo de flores a la Virgen. De hecho, en el 75 aniversario del club fue la madrina. Su familia siempre ayudó al Levante en los momentos delicados.

¿Y cómo es el nuevo presidente del Real Madrid?

Es una persona muy seria, de los que el Madrid necesita. Le gusta ir por derecho y le gusta que la gente que está con él haga las cosas bien. Es empresario y si no rindes, normalmente no cuenta contigo. Es muy exigente. Es un hombre de pocas palabras, pero le gusta mucho el fútbol. Quiere que todo salga bien. No le gusta ser el protagonista de nada.

Le conoce bien...

Sí. Además, su mujer es paisana mía. Nació en Torrelavega. Es una chica encantadora. Yo ya la conocí cuando eran novios y él era directivo del Levante.

¿Cree que traerá la paz social que necesita el Madrid?

Sí, sin ningún tipo de dudas. Tiene una personalidad muy fuerte. Si tiene que tomar una decisión la va a tomar sin que le tiemble el pulso. Dejará las cosas muy claras en lo económico y en todos los aspectos. En junio seguirá con su vida. Pero nunca se sabe

¿Quería ser presidente?

En el Levante nunca lo quiso ser. No era un hombre que se dedicara al fútbol, iba de vez en cuando. Estaba muy pendiente de su empresa. De vez en cuando teníamos conversaciones largas sólo de fútbol.

Entonces, si nunca quiso estar en primera línea, ¿no es sorprendente que haya decidido ser el presidente del Madrid?

No me sorprendió al ver que era él el sustituto. Conociéndole, creo que era el más idóneo. A él le gusta estar en segundo plano, pero ha asumido la responsabilidad. Es amigo de Calderón, se lo pidieron y él no se podía negar. Sabe que haciendo las cosas bien todo saldrá adelante. Yo creo que a todo el mundo le gusta.

A usted mucho, ¿verdad?

No hará nada que perjudique al club y si está aquí es por el bien del Real Madrid. Ahora los candidatos tienen meses para prepararse. Todo va a funcionar como él quiere: que en el club sea todo transparente y esté todo en orden. Mire, cuando vas a Valencia, que es muy grande, y hablas de la familia Boluda, todo el mundo los quiere. Será por algo.

Ha estado visitando la Asociación de Veteranos.

Sí, pero yo ya estuve con él el domingo en la comida de directivas. Nos invitaron a mí y a Zoco por haber jugado en Osasuna. Cuando me vio me dijo: 'Quien nos iba a decir que nos íbamos a encontrar aquí'. Y es verdad, nunca lo hubiéramos imaginado.

Hablando de fútbol, usted tuvo la oportunidad de entrenar a Cruyff en el Levante.

Es cierto. Fue mi primera etapa en el Levante en la temporada 80-81. Ese año empezamos muy bien, incluso estuvimos en el primer puesto de la clasificación. Se les ocurrió fichar a Cruyff y nos revolucionó. No era un equipo para él. Tenía un contrato por el que cobraba un tanto por ciento por partido y no había para pagar al resto. La mayoría de los que no cobraban les adelantaba yo el dinero y luego me lo devolvían. Así no se podía trabajar. Se rompió todo. Me echaron a mí y trajeron a Rifé por mediación de Cruyff. Nadie le discute como jugador, pero nos perjudicó bastante.

En vez de ayudar, desayudó.

Todos los rivales nos querían ganar porque estaba Cruyff. Le contaré la última que tuve con él. Fuimos a jugar contra el Alavés. Estaba Zárraga allí. Hicimos un entrenamiento en Tudela y Cruyff venía en un coche aparte con amigos. Apareció al terminar el entrenamiento y se entrenó solo. Se metieron los amigos y él en el autocar y eso no me gustó. Ya en Vitoria, el Levante le dijo al Alavés que si querían que jugara Cruyff tenían que pagar. Él no jugó y se marchó a Valencia. Yo le dije que nos había metido en la boca del lobo. Perdimos 2-1 y a mi me cesaron.