Dicen que nada es más peligroso que un animal acorralado, aunque si está ya moribundo en una jaula resulta inofensivo. Hoy conoceremos la gravedad del estado del Atlético, que tiene la eliminatoria tan cuesta arriba que parece vertical, pero... Pero no puede permitirse tirarla pese al brillo cegador del Barça, pese al 1-3 de la ida, pese a que la Liga es ahora la obsesión. Aguirre necesita un balón de oxígeno y su plantilla un golpe de confianza, por eso asaltará el Camp Nou como si creyese en el milagro, con Agüero, esta vez sí, al frente.
Tampoco creo que Guardiola no pudiera dormir anoche, la verdad. Ayer no dio la convocatoria, pero todo hace indicar que reservará a Messi y Xavi tras su viaje a Zúrich para la gala del FIFA World Player. Así es este Barça, que puede permitirse prescindir de dos de los cinco mejores del mundo y aún así dar pavor.
Arriba estarán el pichichi Etoo, el resucitado Henry y Bojan, la única asignatura pendiente de Guardiola. Iniesta sí actuará esta vez como cerebro, multiplicando su peligro y Touré le secundará tras su exhibición en el Calderón. Y, bueno, aún queda Alves, el extraterrestre. Poquita cosa, vamos.
Mientras el Barça funciona como un reloj, Aguirre sigue buscando la fórmula mágica. Hoy cambiará su 4-4-2 habitual por un 4-3-3 y aprovechará el partido para examinar a Banega, que lleva tiempo pidiendo a gritos su inclusión en el once. Una buena actuación del argentino podría acabar darle el puesto de Maniche de manera habitual.
Y por delante de los tres medios, con total libertad, Simao, Sinama y Agüero. Kun fue el único que dio la talla en la debacle ante el Athletic y uno no puede evitar preguntarse cuánta gracia le hará verse en la alineación con la eliminatoria destrozada tras su anunciada suplencia en la ida.
En realidad, del estado de ánimo del delantero rojiblanco depende el escaso hilo de vida que le queda al cruce. Porque con Agüero inspirado nunca se puede descartar nada. Es complicado, pero por si acaso pongan la tele. Y si no hay milagro, siempre les quedará el Barça, lo que ya es un lujo.
Los precedentes son azulgranas
El Atlético nunca ha remontado una eliminatoria de Copa en el estadio del Barcelona. Cinco veces lo intentó sin éxito: en octavos de 1952 perdió 2-4 en Madrid y, luego, 5-1 en la vuelta; en la misma ronda de 1957 los resultados fueron aún más contundentes 2-5 y 8-1; en las semifinales de 1971 estuvo más cerca, ya que perdió 0-1 en el Manzanares y empató a uno en el Camp Nou; en los cuartos de 1986 el Barça ganó en la ida 1-2 y pasó tras el 0-0 de la vuelta y. por último, en 1993, en octavos, las derrotas fueron escandalosos para los rojiblancos: 0-5 y 6-0. Hoy tendrá su sexta oportunidad, aunque para lograrlo necesite marcar, al menos, tres goles a Pinto.
