El Barça, a medio gas y a cuartos

El enfrentamiento entre el Barcelona y el Atlético de Madrid podía parecer un puro trámite teniendo en cuenta el resultado del partido de ida, pero no había que echar la vista muy atrás para recordar las grandes gestas protagonizadas por ambos conjuntos cuando se enfrentan en el torneo copero. Guardiola optó una vez más por las rotaciones y sólo alineó a dos jugadores que estuvieron presente en Pamplona, dando descanso a los habituales. En cambio, Aguirre puso en liza todo el arsenal que tenía disponible para intentar dar la vuelta a una eliminatoria más que complicada.

A pesar de que era el Atlético el que tenía que lanzarse al ataque desde el primer minuto de juego, fue el Barcelona el que se hizo con el control del balón y del juego por medio de una mejor colocación sobre el terreno de juego. Su dominio le sirvió para comenzar a acercarse con peligro a las inmediaciones del área de Coupet, siendo la oportunidad más clara la que tuvo Márquez tras una parada del portero atlético tras un buen remate de cabeza de Busquets, pero el mexicano estaba en posición de fuera de juego.

Mientras tanto, el Atlético se mostraba timorato y no se decidía a lanzarse a por el primer gol de los tres que necesitaba. Fue rebasado el primer cuarto de hora de partido cuando los colchoneros adelantaron sus posiciones y comenzaron a tener más presencia sobre el terreno de juego, sin embargo las ocasiones de gol rojiblancas brillaban por su ausencia. Fue Bojan el que estuvo muy cerca de anotar el primero para los locales, pero el delantero azulgrana se llenó de balón y acabó disparando al muñeco cuando lo tenía todo para abrir el marcador.

En tan sólo cinco minutos el encuentro se animó con la salsa del fútbol, los goles. El primero en sorprender fue el conjunto de Javier Aguirre. Simao, con un lanzamiento de falta magistral, puso en la cabeza de Sinama el primer tanto del encuentro, y el de la esperanza para los visitantes. La alegría le duraría poco a los del Manzanares, justamente el tiempo que tardó Sylvinho en poner el esférico en la cabeza de Bojan para que el joven delantero subsanara el error cometido minutos antes mandando el balón a la red.

Tras el gol local, el objetivo del Atlético en ataque seguía siendo el mismo, conseguir dos goles más que evitasen la eliminación por la vía rápida. Hasta de tres oportunidades gozaron los hombres de Aguirre en tan sólo cuatro minutos. El primero en probar suerte fue Antonio López, que mandó su potente lanzamiento de falta por encima del larguero de Pinto. Fue entonces cuando Cáceres cometió dos errores de bulto en defensa que brindaron dos ocasiones inmejorables para su rival. En la primera de ellas, Agüero no pudo controlar la pelota y en la segunda, Márquez sacó sobre la línea el disparo de Simao, con Pinto ya totalmente batido.

La primera mitad se cerró con una ocasión más para cada uno de los equipos, pero ni el misil lanzado desde la frontal del área por Raul García ni el disparo de falta de Alves acabaron besando la red de la portería rival.

Aguirre apuesta por el ataque tras el descanso

El entrenador mexicano del Atlético, Javier Aguirre, no tuvo más opción que optar por sacar a un hombre más de ataque para acompañar a Agüero en punta, que pareció una isla durante casi toda la primera mitad. La actitud del equipo rojiblanco y su juego, mucho más vertical, les llevó a tener atenazado durante algunos minutos al equipo culé y a llegar con peligro a la meta rival. Sin embargo, fue de nuevo Bojan el que volvió a gozar de una ocasión inmejorable que mandó fuera de forma inexplicable.

Tras la salida en tromba del conjunto rojiblanco, el Barcelona volvió a tomar el mando del partido. El transcurso de los minutos se traducía en nervios y precipitación en el juego del Atleti, que necesitaba cuanto antes y de manera imperiosa lograr el segundo tanto. La necesidad de uno y la tranquilidad y la confianza de otro convirtió el encuentro en un choque entre un Ferrari rojiblanco que jugaba a 200 kilómetros por hora y una bicicleta azulgrana que se paseaba plácidamente a la espera del pitido final.

A falta de veinte minutos para el final la eliminatoria quedó sentenciada sin necesidad de que el Barcelona lograse el segundo gol: Agüero se retiró lesionado y Leo Messi entró sustituyendo a Hleb. Se acabó la Copa para los colchoneros. Minutos después, fue Gudjohnsen el que puso la puntilla al Atlético con el segundo gol local. Una jugada marca de la casa de Andrés Iniesta puso en bandeja el gol al islandés tras rechazar la defensa el primer disparo de Busquets. De ahí al final los de Aguirre desaparecieron del campo y los de Guardiola se dedicaron a nadar y guardar la ropa sin forzar demasiado y con la vista puesta en los próximos partidos.

Habrá, por lo tanto, derbi catalán en los cuartos de final de Copa entre el Barcelona y el Espanyol, que sufrió para dejar en la cuneta al Polideportivo Ejido. Los azulgranas siguen imparabales y el Atlético suma su cuarta derrota consecutiva y aún no conoce la victoria en 2009.