Santamaría: hace un año nació una estrella

Fue hace un año. En la vuelta de una eliminatoria de dieciseisavos de Copa ante el Villarreal que estaba perdida tras el 2-4 encajado en Gran Canaria. Cayó la Unión Deportiva (2-1) pero alumbró aquel 2 de enero de 2008 una estrella: Roberto Santamaría. Allí, en El Madrigal, Roberto debutó en partido oficial. Una aparición fugaz pero premonitoria. Tardaría hasta el 23 de febrero en regresar a la escena, aunque, en esa ocasión, ya sería para quedarse. Santamaría guarda un recuerdo especialísimo de su bautizo con el escudo que, pasados doce meses, le ha prestigiado como a ningún otro. "¡Cómo no voy a tener presente el día del Villarreal! Cumplí uno de mis objetivos, que era jugar con los profesionales tras año y medio en el filial. No esperaba que me llegara la oportunidad pero me llevé una gran alegría al entrar en la lista y cuando Juan Manuel dijo mi nombre fue increíble. Pasé de estar en Tercera a enfrentarme a un rival de Liga de Campeones", rememora.

"Fue el principio de todo. En el campo no estaba nervioso y sí muy motivado. Quería hacer las cosas bien y la pena fue que no tuvimos suerte. Pero el partido estará siempre presente en mi memoria", añade.

Nada pudo hacer ante los goles de Rossi y Guille Franco, aunque aprovechó los noventa minutos para enseñar parte de su repertorio (dos paradones a Rossi y otra gran intervención para responder a un remate de Cani) y sembrar para el futuro.

"Empecé bien el año pero luego la suerte me dejó, pues tuve paperas y me tiré unas semanas sin poder entrenar.". Hasta que llegó el 23 de febrero. Visita del Celta y en el once...¡Bomba! Santamaría. Tras el naufragio en Anoeta (4-0), Rodríguez jubiló a Nacho González y se acordó del navarro. Salió, detuvo un penalti en el minuto 95 a Canobbio que permitió ganar y forjó su leyenda, que luce hoy impoluta.