Xavier Salvadó (I)
"Los éxitos sólo llegarán si hay tranquilidad"
Nàstic. El presi del Nàstic pasa revista al 2008. Confía en que el buen hacer de Ferrando traiga los éxitos. Mañana, segundo capítulo.
El Nàstic cierra su 2008 particular. ¿Qué balance hace su presidente?
Hemos sufrido un cambio cíclico. Tras descender de Primera ya lo preveíamos, pero ha sido más fuerte de lo que pensamos en un principio. La temporada pasada tuvimos que diseñar un nuevo proyecto que se adecuara a nuestra nueva realidad. Apostamos por Javi López, con una plantilla hecha a su medida.
Y fracasó.
No cuajó. Veníamos de una época muy distinta y, a nivel social y deportivo, no enganchó. Entonces nos decidimos por un cambio de rumbo con César Ferrando.
O más bien un cambio de chip...
Con César tuvimos que dejar de pensar en el ascenso y centrarnos en no perder la categoría. Y se logró el objetivo.
Y llegamos a lo de ahora.
Esta temporada pensamos por partes. Primero, buscaremos la permanencia y después, ya veremos. Hicimos numerosos cambios en la plantilla durante el verano y Ferrando también aportó otro un modo distinto de trabajar. Hasta la fecha ha estado de notable, claro está. Ha aportado otra filosofía, mucha experiencia en la categoría
En el apartado de refuerzos algo ocurrió. No se puede decir que la del Nàstic sea una plantilla mal planificada. De mediocampo hacia adelante, perfecto, pero ¿qué ha pasado en defensa? Lo digo por gente como Cruz, Caire, Cherfa y compañía
Nos reforzamos de un modo distinto al año anterior. Apostamos por jugadores que nos dieran cosas en ataque, pero quizás no acertamos del todo en el tema defensivo. Es curioso. Hoy nos falta lo que nos sobraba con Javi López: solidez atrás. En cambio, con éste, nos faltaba lo que hoy nos sobra con Ferrando: solvencia en ataque.
Hablemos de usted. Entró a la presidencia como un elefante en una cacharrería, ¿siente que ese ruido ya se ha apagado o sigue sintiéndose cuestionado?
Mi etapa no está siendo fácil. Tenemos dos frentes abiertos: consolidarnos en Segunda División y recuperar la ilusión. Hay que transmitir la idea de que la tranquilidad, la paz, traerá los éxitos. Cuando cojo un proyecto me lo tomo en serio. Dedico el 80 por ciento de mi tiempo al Nàstic. Eso supone restárselo a la empresa, la familia, los hijos No pido que me den las gracias, pero sí que, al menos, se reconozca una labor.
¿Alguna vez se sintió tan solo que pensó en dimitir?
Alguna vez he sentido impotencia porque hay cosas que no están en tus manos. Tú puedes estar haciendo bien las cosas, pero si la pelota no entra En el fondo, dependemos todos de los resultados. Es lo que ve la gente, como es natural. Tengo personas a mi alrededor que me animan y me dan cariño. Pero también pienso que la gente cada vez quiere más al Nàstic: la familia nastiquera está creciendo.
En lo que lleva en el cargo, ha tenido tres entrenadores: Paco Flores, Javi López y Ferrando. Defínalos con una frase.
Flores es un señor del fútbol. En sólo tres meses con él me enseñó lo que es un buen profesional de este deporte. Javi López es una gran persona que no supo entender la realidad del equipo. Y Ferrando es un gran entrenador y mejor persona. Quizás esté entre los tres mejores técnicos de la categoría: un sabio.
Usted tiene una gran relación con Ferrando. ¿El ultimátum que le dio alteró esa amistad?
Todo eso se sacó de contexto. Lo que en realidad dije fue que nos enfrentábamos a un tramo de Liga clave, pues nos medíamos al colista (el Sevilla Atlético), al segundo (el Xerez) y al rival catalán de la categoría (el Girona). No dije ultimátum...