Liga BBVA | Numancia 4 - Valladolid 3
Locura final en Los Pajaritos
El Valladolid ganaba 1-3 en el 84'. Los locales no se rindieron y remontaron. Goitom consiguió dos goles. Aranda y Brit desarbolaron a la defensa
El derbi fue una locura. Una fiesta para un Numancia heroico y un drama final para un gran Valladolid. Lo dijo al final del partido García Calvo: "El fútbol es grande por cosas como éstas". Tenía razón. Lo vivido ayer en Los Pajaritos en los últimos seis minutos de partido fue increíble, algo impensable, ilógico. Había que ver al final del partido las caras de la gente. Las de los unos y las de los otros. Y ni aún así era posible comprender qué y cómo había pasado. La pregunta que todo el mundo se hacía era si había pesado más el corazón de los sorianos o el exceso de confianza de los blanquivioletas. Cuando un partido está 1-3 a seis minutos del final y acaba 4-3, no hay explicación humana posible. sólo gente como Iker Jiménez y pocos más son capaces de explicarlo. Pero la fe mueve montañas. En este caso la del Numancia, que fue capaz de destrozar al equipo revelación de la Liga en un tiempo récord.
Cuando la gente empezaba a marcharse del estadio, el Valladolid se sentía ganador, ignorante de lo que se le venía encima. Los de Mendilibar estaban haciendo un partido excelente, casi perfecto, en su línea, pero Kresic apostó por la gesta acumulando rematadores cerca de la portería del Valladolid. El croata, sabedor de que lo tenía todo perdido, quemó todas sus naves y se encontró con lo que ni él mismo esperaba. Tres goles seguidos y tres puntos más para cerrar el año. Primero fue Del Pino el que en el minuto 84 recogió un balón por bajo y lo ponía en la red. Tan listo estuvo el jugador soriano como dormida la defensa y ausente el portero pucelano, Ese fue el momento en el que el Numancia se enganchó a la vida. Tres minutos después, Aranda, de cabeza, superaba a todos los defensas y remataba con acierto un centro Brit. En plena racha y con el Valladolid sin saber qué hacer, iba a llegar el cuarto. Aranda se escapó en velocidad, Marcos le agarró y el árbitro pitó falta. La colgó Barkero, el Valladolid tiró el fuera de juego y Brit anotó en posición más que dudosa. Cuando Matéu Lahoz concedió el gol, los jugadores del Valladolid se querían morir y sus aficionados se miraban atónitos sin entender nada. Los del Numancia tampoco entendían nada, pero daban saltos de alegría. Es el fútbol y que nadie intente explicarlo.
Gran Valladolid. Lo mejor de la tarde fue el oxígeno que le deja al Numancia esta victoria. El equipo soriano, un conjunto modesto y humilde, sacó la cabeza y comerá el turrón algo más relajado que unos cuantos equipos que están por detrás. Y tuvo mérito lo de los de Kresic porque acabaron por imponerse a un Valladolid espectacular. Los pucelanos estropearon en un visto y no visto un trabajo impecablemente hecho durante los 84 minutos anteriores. Los de Mendilibar reaccionaron muy bien al tempranero gol de Barkero en el minuto 12. El jugador vasco remató de un toque certero con el pie derecho un excelente centro de Del Pino. El Numancia, muy conservador, jugaba bien sus bazas, pero al Valladolid no le importó. Álvaro Rubio y Vivar tomaron el mando y Sesma y Pedro León fueron entrando en acción desde las bandas. La maquinaria blanquivioleta se puso en marcha. En el minuto 18 Sesma lanzó al palo y en el 34 Goitom iba a culminar un gran servicio de Pedro León para empatar el partido.
El encuentro era un monólogo y lo fue más en la segunda parte. El Valladolid salió lanzado a por el partido y Vivar Dorado a la salida de un córner con la ayuda de Del Pino, iba a hacer el segundo. Poco después, otra vez un excelente Goitom, con la puntera y con mucha habilidad, anotaba el tercero. Por fin el sueco le empieza a dar a Mendilibar lo que se esperaba de él. Ayer trabajó, jugó el balón con criterio y, lo más importante, anotó dos goles. Él y Sesma fueron los mejores del Valladolid. El partido parecía roto, sentenciado. El mal estado del terreno helado en el área soriana perjudicaba las llegadas vallisoletanas. Pero parecía dar igual, la cosa aparentaba estar clara, decidida. Nos quedaba sólo la gran traca final. Vivir lo inesperado. La remontada épica del Numancia que pasará a los anales de la historia.
El detalle: hielo en el fondo sur
El área del Fondo Sur de Los Pajaritos provocó una gran cantidad de resbalones debido al hielo que todavía permanecía en el estadio soriano después de una semana de un frío muy intenso, nevadas y heladas que afectaron al césped. El control del balón en esta zona del campo fue muy difícil.