Un derbi para soñar

No hay mejor forma de cerrar el año, futbolísticamente hablando, que con un encuentro como el de hoy, con el derbi castellano-leonés. El partido lo tiene todo, hasta el frío soriano que le dará un punto más de tradición a la cita. Pero, sobre todo, tiene pasión y la necesidad de tratar de sumar tres puntos que pueden ser de oro para aquel que los consiga.

Los de Kresic verían ratificada su sensación de que son un equipo equilibrado y difícil de ganar como le gusta que sean sus conjuntos al croata. A base de hacer bien las cosas y de explotar al máximo su calidad, están logrando sobrevivir fuera de los puestos de descenso, pero cuidado, que un tropiezo ante el enrachado Valladolid les puede hacer comer el turrón con el ceño fruncido. El Numancia es modestia y calidad. Mendilibar no se fía de Goiria y su capacidad goleadora, del talento de Quero, de la vuelta de Barkero... Es un derbi y nadie se fía de nadie.

Permite soñar. El Valladolid llegará a Soria por la penosa Nacional-122 que une ambas ciudades, soñando con proseguir su racha y acompañado de un buen número de seguidores. El equipo está de 'dulce' y es capaz de marcar los goles de tres en tres. La baja de Canobbio parece, a priori, más dañina que la de Domingo Cisma para el Numancia. El uruguayo estaba en plena forma y sólo ha podido pararle una inesperada lumbalgia. Jugará por él Goitom, hombre clave en la remontada de Pamplona, en aquel partido que se parece tanto al de hoy y que avisó de lo que le puede pasar al Valladolid si sale mínimamente confiado al campo. Llega el derbi, sin autovía, pero en Primera.