Eliseu, abre la muralla

Gonzalo Arconada y Juan Ramón Muñiz, los dos entrenadores que ascendieron a Numancia y Málaga por ese orden, se enfrentan hoy. Pero en el Almería-Racing. En el Málaga-Numancia, paradójico, las pizarras son para Antonio Tapia y Sergio Kresic, dos afortunados por las marchas de Arconada y Muñiz. Tapia y Kresic, gente sabia, han aprovechado el viento de cola que encontraron en los dos clubes y no han dejado que se les escapase la energía. Simplemente, la han transformado. Mantienen a sus equipos sanos, relativamente lejos del infierno. Y lo que más les alivia es pensar que han superado sus momentos de crisis. El Málaga, en sus primeros días de desierto, seco de goles e imaginación. Y el Numancia, con la victoria en Barcelona que dejó tiritando a Tintín Márquez y su estupendo triunfo del domingo ante el Almería. Debería andarse con cuidado el Málaga, porque Kresic y su gente son expertos de la zona Cesarini. Zona Numancia, podríamos llamarla, porque en los dos últimos años (también el anterior), tienen un tesoro en los minutos finales. Porque tienen fe. Así es Soria, fría pero optimista.

Numancia y Málaga van a ser amigos para siempre, porque sus peñas están hermanadas y hay muchos sentimientos en común, pero el año pasado los sorianos dejaron con el cuerpo cortado al Málaga. Ganaron en La Rosaleda y Los Pajaritos. Los goles de los enfrentamientos los marcaron Julio Álvarez y Carmelo, dos que ya no están. Pero los dos equipos mantienen sus bloques y tienen sus líderes. En el Málaga es el mismo que la temporada pasada, Weligton, que lleva toda la semana rumiando su error en Riazor, esperando que llegue el domingo para tomarse la revancha. Le respaldan el crédito ilimitado que ganó el año pasado y sus compañeros, que esta tarde intentarán derribar la muralla numantina. Para eso, nada mejor que material explosivo: la velocidad de Eliseu, imprescindible para abrir defensas. Un portugués más otro, Duda, que la semana pasada se quedó sin marcar o dar una asistencia (ya es raro este año). Y eso más Baha y Luque, titular por la baja de Adrián y porque está en línea ascendente. Y Miguel Ángel, que nunca ha deseado más un deja vù como hoy. Cuánto pagaría por repetir aquella volea imposible que estampó en la escuadra del Numancia en la temporada 2004-05.

Se intuye acoso y derribo en el Málaga, pero el Numancia las mata callando con el pequeño Quero, que está dando que hablar. El experto Nagore, las tablas de toda la vida. Un equipo reconocible, peleón y encantado de llevar la bandera del proletariado por esta Liga de ricos.