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Omar Bravo

"El banquillo te enseña un montón de cosas"

Omar Bravo lo está pasando mal en su primer año en Europa, pero este domingo se llevó la alegría de su primer gol en la Liga. El mexicano reconoce que no disfruta de lo que desea, pero no desfallece y busca aprender de esta situación. Su regreso a México tendrá que esperar.

C. Miranda
Omar Bravo
jesús sancho

Ha tardado tres meses en lograr su primer gol en la Liga con el Depor. ¿Supone una liberación haberse estrenado?

No lo considero así. Yo prefiero pensar que el gol es un aliciente al juego. Yo cuando mejor me siento es cuando soy útil al equipo, participo en el juego y tengo minutos. Ésa es la única forma de que lleguen los goles, estando ahí, jugando, mordiendo.... Esta vez me tocó y marqué.

Ahora que habla de sentirse útil. Salvo ante el Málaga, pocas veces ha podido sentir esa sensación últimamente, ¿no?

Es cierto. Lo que estoy viviendo no es lo que buscaba. Yo quiero jugar, como cualquiera de mis compañeros. Me gusta demostrar y que se me juzgue por lo que doy en el campo; eso es lo importante. Si no es así, hay que aprender a ser positivos, no agachar la cabeza, trabajar, ser fuertes mentalmente e intentar ganarse la confianza del entrenador. Yo creo que lo estoy intentando y lo estoy consiguiendo.

Usted ha sido un referente en México. ¿Es más difícil asumir la suplencia para alguien que lleva muchos años jugando siempre?

Esta experiencia que vivo ahora me está ayudando. El banquillo te enseña un montón de cosas. Siempre he tenido continuidad, pero ahora estoy viendo y viviendo el fútbol de otra manera. Me doy cuenta de lo importante que son los que no están siempre entre los once. Su apoyo en el campo y fuera de él . Hay que aprender de todo y hacerse fuerte.

Pero personalmente, ¿no será fácil de asumir psicológicamente?

Claro. Lo peor es dejar de disfrutar del fútbol o decir 'no puedo' o 'no quiero', pero no me ha pasado. Nunca se me ha pasado por la cabeza bajar los brazos.

En México y, concretamente, el Santos Laguna le quiere repatriar. ¿Se ve renunciando tan pronto a su sueño de jugar en Europa?

No quiero que suene a presuntuoso, pero ya gané muchas cosas en el aspecto individual y grupal en mi país. Yo ya sabía que no jugar tanto o esperar mi oportunidad en el banquillo podía ser parte de mi aventura en Europa. Por el resto, sé que en México se va a escribir y a decir mucho sobre mi, y yo lo respeto. Eso sí, es de agradecer que el Torreón (Santos) se interese por mi, pero la decisión de donde juego la tomo yo y hay que esperar a su tiempo y forma para tomar una decisión tan complicada.

Antes de marcar salió tras el descanso y Riazor le ovacionó. ¿Le sorprendió?

No, siempre que me preguntan en México digo que en A Coruña me tratan con mucho afecto y cariño. En los momentos bajos siempre tienen palabras de ánimo cuando voy por la calle. Todo ese apoyo y esos aplausos sólo hacen que se reafirmen mis ideales de que el único camino para abrirme paso es el trabajo.

Tiene el apoyo de la grada y también del vestuario. ¿A qué se debe esa celebración especial con Lafita en el gol?

Son detalles que no se ven en el exterior, pero que surgen con Lafita cuando estás entrenando o en el vestuario. Hay mucho afecto y camaradería entre los jugadores del Depor, y a alguno le podrá parecer una ridiculez la celebración, pero son cosas que salen así. Cuando marcas, es en lo último que piensas, porque se te pasan otros detalles por la cabeza, pero...

El Depor está hecho para salvarse, pero ahora se encuentra a tres puntos de la Champions. ¿Cuál es el techo de este equipo?

Lo primordial es creérnoslo nosotros mismos. Eso sí, debemos ser mesurados. Me gusta el oficio que tenemos.