Liga BBVA | Valencia
"Llegué a pensar que no volvería a jugar aquí"
Manuel Fernandes pasa revista. El portugués, introvertido y poco dado a entrevistas, habló sin tapujos con AS, Radio Valencia y Localia de su convulso aterrizaje en Valencia, su feliz retorno y su lado más humano.
En muchos muros llenos de pintadas al más puro estilo del mayo francés del '68, suele aparecer escrita la frase 'no juzgues sin conocer'. Quizá hacer caso omiso a esta máxima nos lleve a configurarnos una imagen de algunos jugadores que, tras un buen rato de conversación, te obligan a cambiarla. El problema se acrecienta cuando el futbolista es introvertido, porque se habla mucho de él pero a él se le escucha poco. Esta vez, Fernandes nos permite ver qué hay más allá del espectacular cuerpo atlético que todos vemos en Mestalla: "Soy una persona discreta, con una vida muy tranquila, muy de estar en casa, ya sea viendo películas o jugando a la Play Station, y de salir poco por las noches". Esta declaración de intenciones sirve para reconstruir una imagen formada en lo personal la temporada pasada en torno a Manuel Fernandes. Con el buen inicio de campaña que está protagonizando, ya ha conseguido convencer futbolísticamente a los que tenían dudas hace un año. Pero otra cosa es lo personal... "La gente realmente no sabe cómo soy, porque se ha creado una imagen de mí que no es la correcta. Quien me conoce bien sabe que yo no soy un juerguista y un mal profesional. El año pasado llegué a un entrenamiento tarde porque me dormí y hubo gente que empezó a decir que era porque salía todas las noches. Y recuerdo otra mentira que se dijo sobre mí: en el partido de Mestalla frente al Real Madrid, que perdimos por 1-5, alguien dijo que no jugué porque me había 'borrado'. ¡Cómo iba a ser eso! Un jugador tan joven, recién llegado a la Liga y cómo no iba a querer jugar un partido tan importante... ".
Pero, sin duda, su fugaz primer paso por el Valencia quedó marcado por lo ocurrido en la madrugada del 3 al 4 de enero de este año en un céntrico pub de la ciudad. "Había sido el cumpleaños de Miguel, que es casi como un hermano para mí, él no tenía a su familia cerca y nos fuimos a celebrarlo. Iba bien la noche hasta que pasó algo de lo que, por supuesto, me arrepiento". Fernandes pasó esa noche en las dependencias de la Policía Nacional en Valencia. Pese a ese duro trance, al portugués todavía lo peor por pasar: "En el club me dijeron que lo mejor para todas las partes era que me marchara de inmediato. Y esto es muy duro: que en tu casa te digan que no te quieren cerca. En ese momento llegué a pensar que no volvería a jugar en el Valencia".
Pero, afortunadamente para él, el destino le tenía guardada una segunda oportunidad. Tras seis meses fructíferos en el Everton, este verano volvió al club ché un reciclado Fernandes que tiene claras las claves de su cambio: "En Inglaterra volví a jugar con normalidad, me olvidé de todo lo pasado y me sirvió para ver que, si quería triunfar en el Valencia, dependía de mí. Por lo que este verano llegué con muchas ganas de demostrarme a mí mismo que era capaz de hacerlo. Y desde el principio sentí que las cosas iban a salir mejor. Tuve la oportunidad de hacer la pretemporada, que yo la considero fundamental para un jugador, y sentí pronto el apoyo del míster". Así, vemos ahora a un Fernandes nuevo, tanto es así que con él sólo hablamos de fútbol. Por ejemplo, de un tema que sigue en el aire: ¿Cómo se definiría como mediocentro, más Albelda o más Baraja? "No soy ni uno ni otro. Son jugadores que han hecho mucho por el Valencia y yo estoy intentando hacerme un hueco en su puesto. Pero, en lo futbolístico, Baraja aporta unas cosas, David otras y yo otras. Somos jugadores distintos y aportamos cosas diferentes". Lo cierto es que Emery le está utilizando más en la posición de creador, aunque el luso cede esta tarea a otros: "Yo no creo que deba llevar el peso ofensivo del equipo, porque hay jugadores como Joaquín, Silva o Villa que lo pueden hacer mejor. Creo que debo ser una especie de puente entre la defensa y el ataque. Lo que sí puedo hacer es mejorar bastante para ser el motor del equipo, pero esto va con el trabajo y los partidos".
Aunque podríamos pensar que está conforme con su rendimiento actual, Fernandes quiere más: "Hay cosas que me gustaría mejorar. La principal, la llegada a la portería contraria. Pese a que ya he hecho dos esta temporada, me gustaría marcar más goles. Creo que, por mi posición en el campo, tengo posibilidad de hacer goles y es algo que me gustaría pulir". Pero su ambición no se limita sólo a lo personal, también piensa en hacer grandes cosas con el Valencia: "Me encantaría ganar títulos con este equipo. La temporada pasada mis compañeros consiguieron la Copa y me alegré mucho desde Inglaterra. Esta temporada estamos en tres competiciones y tenemos opciones de ganar".
Otro de los 'culpables' de la recuperación de Fernandes es Emery, para quien sólo tiene buenas palabras: "De él sólo se puede hablar bien. Ha venido con ideas nuevas, con muchas ganas de mejorar como entrenador y esto coincide con que el equipo también quiere hacer mejor las cosas, por lo que es perfecto. El trato que tiene con todos es muy bueno. En lo personal, me ha dado mucha confianza desde el principio". Precisamente, la última idea que barrunta Emery es la de repetir el trivote con el que jugó en Getafe, un planteamiento visto con buenos ojos por uno de sus componentes: "Me gusta jugar así, creo que ganamos en seguridad. Si seguimos trabajándolo, nos vendrá muy bien".
Transcurre la conversación y llegamos al rincón más íntimo de Fernandes, en el que nos confiesa que en su vida "la familia es lo más importante" y en el que nos habla de sus primeros pasos en el fútbol: "Siempre me ha gustado mucho el deporte y, aunque me interesaba el atletismo, prefería el balón. Empecé jugando en las calles y con ocho años me fui al Benfica, en el que estuve hasta los 20". Pasan los años y crecen los modelos en los que inspirarse, unos a la hora de jugar ("me gustaba mucho Redondo, creo que lo que hacía él en un campo de fútbol es impresionante, por eso jugadores como él sale uno cada 50 años") y otros como ejemplo de futbolistas triunfadores ("hace unos años, cuando veía el fútbol por la televisión, un jugador que me encantaba era Vicente, y mira por dónde un tiempo después estoy con él en el mismo vestuario"). Ésta última afirmación acaba por certificar que estamos ante un joven jugador de 22 años, con sus ídolos, con sus ganas de triunfar y con la cabeza bien asentada. La mejor noticia para todos aquellos que confían el timón del Valencia a Manuel Fernandes.