El decaído Fenerbahçe empata a nada ante los ansiosos 'Wenger Babes'

Los Wenger Babes juegan con la insolencia de quien se sabe dueño del balón, la del sobrao de la pachanga. La Guardería, así le llaman despectivamente los rivales, es algo más que un atajo de sugerentes imberbes: Bendtner (20 años), Ramsey (17), Cesc (21), Denilson (20) o Nasri (21). Cabezas frescas, piernas nuevas y mucho talento.

Anoche desplegó su catálogo de recursos ante un Fenerbahçe con la autoestima por los tobillos. Caídas a banda, desmarques a la espalda, diagonales... El balón merodeaba a Demirel mientras los canarios cerraban puertas y tapiaban pasillos con la prehistórica receta de amontonar gente atrás. Era cuestión de tiempo, pero no es la paciencia virtud propia de los pipiolos.

Aragonés abandonó arriba a Güiza y se encomendó al balón parado. Su fragilidad atrás no sugería empresas mayores. El decaído Fenerbahçe no inquietó a Fabianski y al Arsenal le pudo la ansiedad. Uno no supo ganar, el otro ni siquiera quiso. Más que un partido ayer se vivió un duelo generacional en el que el Arsenal maduró y Luis sumó otra arruga y dos canas. Triste empate a nada.