Empató el árbitro de Platini
Fue una gran noche de fútbol, que enturbió el árbitro, sólo él tiene la culpa de que el Atlético no esté ya clasificado para octavos de la Champions, y como primero de grupo. El penalti que se inventó en el último minuto fue una crueldad, y una injusticia, le robó al Atleti por la cara. O para satisfacer a sus patrones. ¡Vaya usted a saber! Pero no fue penalti, y todos vimos dos manos en el área del Liverpool, que se tragó olímpicamente. Da la impresión de que la mano de Platini es alargada y a la UEFA no le debe gustar este Atlético pimpante y lozano, que precisamente está ofreciendo su mejor cara en Europa. Y que está dispuesto a seguir haciendo camino en la Champions pese a las cacicadas de la UEFA y a arbitrajes tan vergonzosos como el que sufrió en Anfield.
El Atlético se fajó como los grandes. Duros, fuertes, valientes, todos sus jugadores se dejaron la piel en el campo, con más o menos acierto. El Liverpool presionó mucho, muchísimo, y Leo Franco, este es el portero del Atleti, fue un gigante. Y Antonio López, por la derecha, sí, por la derecha, se inventó una jugada de crack que acabó con un golazo de Maxi. De paso se reivindicó a sí mismo. Es un buen lateral zurdo, con un gran toque de balón, que se sacrifica por el equipo siempre y que si hay que jugar en una posición antinatural para él, lo hace. Y brilla, como anoche o como en el último partido contra el Mallorca. Fue un Atlético trabajador y sacrificado. Lástima que los esfuerzos de todos se estrellaran en Anfield con el árbitro que puso la UEFA de Platini.