Resulta fácil retroceder un siglo en el tiempo mientras se pasea por la confluencia de las turinesas calles Vitorio Emanuele y Re Umberto. En uno de sus bancos se sentaron, el 1 de noviembre de 1897, unos cuantos alumnos del Liceo Massimo d'Azeglio que, hartos de perder dinero al billar, decidieron cambiar de divertimento y crear una sociedad para jugar al fútbol.

No fue una tarea fácil para estos adolescentes humildes de entre 15 y 17 años que empezaron a pagar una cuota de una lira al mes. La sociedad se llamó Sport Club Juventus para recordar la juventud de sus creadores y los primeros partidos se jugaron en la Piazza d'Armi, lugar reservado para el juego (a veces el fútbol) de la nobleza. Ahora había que buscar un balón. Costó 60 liras. Era el único esférico importado de Inglaterra que había en la ciudad (en una tienda de la Via Barbaroux) traído de Londres por Edoardo Bosio. Los hermanos Canfari fueron los primeros presidentes y prestaron la tienda de bicicletas de su padre (Re Umberto 42) como lugar de reunión. Ya no existe ese comercio. Ni siquiera encontramos rastro de aquella familia cuando preguntamos en la tienda de prensa y en el estanco que ahora comparten el local en el número 42.

Furor.

Los afiliados crecían a diario. En 1899 se jugó el primer partido oficial en Trino Vercellese, vencido 11-0, y se eligió un uniforme con chaqueta rosa y pantalón negro (a veces blanco). También se cambió el nombre por el actual Football Club Juventus. Fue el pistoletazo de salida para una entidad que es la que agrupa mayor número de aficionados en Italia (20 millones, más de 210 millones en todo el mundo).

La primera gran guerra paró todas las actividades, que fueron retomadas con fuerza por la familia Agnelli, propietaria del imperio FIAT, en 1923. Edoardo Agnelli, hijo del fundador de la FIAT, se hizo cargo del club. Pero fue el hijo de este, Giovanni Agnelli (L'Avvocato), que llegó en 1943, el que daría un giro a la entidad, cambiando la sociedad civil (propiedad de los socios) en una Sociedad Anónima a imagen de la FIAT. Y así se alcanzaron las más altas cotas deportivas.

L'Avvocato fue el patriarca del club hasta su muerte en 2003. Su primera gran creación fue El Trío Mágico. Fichó a Sívori de River y a Charles del Leeds para que acompañaran a Boniperti, el ídolo de la afición que marcó 177 goles del 46 al 61 (444 partidos). Cuando Boniperti terminó su carrera lo eligió para dirigir la entidad, que presidió durante 19 años.

Tras el Trío Mágico llegaron los Zoff, Bettega, Scirea, Tardelli, Paolo Rossi, Laudrup, Boniek, Tacconi, Platini, Zidane, Del Piero.... y más éxitos. Es la historia de la Juve, la Vecchia Signora, el sueño de unos jóvenes estudiantes que ya dura la friolera de 111 años.