La zona alta: un reto Real

Optimismo contra pesimismo. Nàstic y Real Sociedad enfrentan hoy sus estados de ánimo, en un encuentro que, digan lo que digan, mide a dos aspirantes al ascenso. Ninguno se atreve a declararlo. Unos, porque consideran que es una palabra tabú a estas alturas, y otros, porque su situación en la clasificación los sitúa más cerca del infierno que de la gloria. Pero esto no ha hecho más que empezar y, además, ¿quién descartaría ya a la Real?

En Tarragona aguarda un Nàstic mucho más entonado que ya hace cuatro jornadas que no pierde y que, además, con cada partido añade una nueva particularidad a su juego. La semana pasada, capacidad de sufrimiento: supo levantar un 2-0 en campo contrario. Esta mañana César Ferrando se habrá levantado mirando al cielo: según llueva o haga sol jugará un equipo u otro. Parece cómico, pero tiene su lógica. Con un campo embarrado, la presencia de Jandro -un hombre eminentemente técnico- no tiene sentido. Así que, de nuevo, incertidumbre hasta el final. Si no está Jandro jugará Jordi Alba, que hará de segundo delantero (Víctor Casadesús estará un mes fuera). Todo ello sin olvidar el as en la manga que supone Serge N'gal: está on fire y ya es uno de los máximos goleadores del equipo... ¡saliendo desde el banquillo!

La Real llega inmersa en una crisis de enormes proporciones: ganó en la jornada 1 y en la 3. Desde entonces, cuenta sus partidos por empates y derrotas. Pero está viva y la prueba de ello es que esos números tan malos no han sido suficientes para dejarla herida de muerte en el descenso. Lillo no se incomoda: sabe que su equipo tiene mimbres suficientes para salir adelante (a pesar de que está notando en exceso als bajas de Xabi Prieto y Elustondo). Hoy volverá a fiarlo todo al instinto de Díaz de Cerio, un tipo que siempre acude puntual a su cita con el gol. Veremos.

Ferrando

"Ganar a la Real nos puede dar un plus importante. Son un buen equipo y tienen jugadores desequilibrantes. ¿N'gal? Veremos qué pasa, da mucho de revulsivo".

Lillo

"No me siento presionado por los resultados. Ante el Nàstic tendremos que tener un alto ritmo de juego. Hay muchos equipos por delante y eso sí me preocupa".