El Celta eliminó a la Real Sociedad de la Copa del Rey con aparente facilidad en un partido discreto por ambas partes en el que sólo sobresalió la claridad de ideas en ataque de Roberto Trashorras y el acierto rematador de Dinei, que hizo los dos goles del partido antes de retirarse lesionado.

El equipo de Juan Manuel Lillo apenas dio señales de vida en ataque, provocando un partido muy tranquilo al portero celeste, Falcón. Los vigueses suman de esta forma su cuarto partido consecutivo sin perder.

La primera parte fue de dominio absoluto local. El mediocampo formado por Vila y un entonado Michu aseguraban la posesión de la pelota y era Roberto Trashorras, escorado a la derecha pero con libertad de movimientos, el que asumía la dirección de operaciones ofensivas.

La primera ocasión local fue un cabezazo de Dinei al larguero, abriendo el camino para que, a los 25 minutos, Trashorras aprovechara un rechace para penetrar en el área y ceder para que Dinei fusilase sin dificultad a Zubikarrai.

El gol celeste acrecentó la sensación de peligro en el área donostiarra, donde Necati sufría su soledad frente a los tres centrales gallegos y la ausencia absoluta de balones que disputar, mientras que en el otro área, Danilo, Dinei y Fabiano pudieron aumentar la ventaja del Celta. Les falló la puntería.

La segunda parte discurrió por similares derroteros. Trashorras avisó con un lanzamiento de falta directa y el Celta se estiró hacia los dominios del equipo de Lillo, hasta que Michu lanzó un gran pase diagonal para la internada de Fabiano, y su centro lo mandó a la red Dinei. Lillo movió sus piezas y recurrió a Díaz de Cerio, pero ni así pudo poner en aprietos a un inédito Falcón.