Primera | Getafe 2 - Almería 2
Que Vicente les llame
Casquero y Negredo marcaron y siguen en racha
Es lo que tiene el fútbol, uno de esos pocos espectáculos en los que hasta la prórroga (el epílogo) se suceden varias tramas diametralmente opuestas sin que nadie pueda tomarse un respiro ni sentenciar el desenlace porque si sacas pecho te lo parten en la siguiente escena. Eso fue el Getafe-Almería, una sucesión de guiones encadenados hasta llegarse a un final inesperado. Hubo equilibrio en el primer tiempo con más y mejor toque visitante, y quejas justificadas en algún caso de los andaluces contra el árbitro, que se comió dos manos de Cata en el área, una muy clara. Y luego apareció el arreón del Geta en el segundo acto guiado por el de siempre (Javier Casquero), y una fulminante reacción porque Álvaro Negredo no quiso ser protagonista secundario a los ojos de Del Bosque. No conviene tocar lo que funciona (tiqui-taca al poder, tic-tac, tic-tac, maestro), pero es verdad que hoy podríamos titular esta crónica ¡Casquero selección!; o bien, en un exceso de originalidad, ¡Negredo selección! ¿O le damos la oportunidad a los dos, Vicente?
Vértigo final. Empezemos por el final, de auténtico vértigo. Había sacado el compás un Casquero atado en corto en el primer tiempo con el sistema de ayudas entre Juanito y Álvarez, pero que se soltó en el segundo. El talaverano siente la protección de Celestini y eso le da alas, le permite irse arriba con libertad para desplegar sus cualidades en el medio campo y en su hábitat natural, de llegador y francotirador. Ya se había tirado el lujo de dar un pase a un compañero mirando al tendido (¿influencia de Laudrup?) y así, entrando en la selva se presentó ante Alves, llegó, le vio y definió como los cracks, con un toque magistral con el exterior del pie. Era el 2-0 porque minutos antes había salido Uche que, por fin, pudo soltar adrenalina y darse unas cuantas volteretas tras ser habilitado por un pase sutilísimo de Manu.
Todo apuntaba a que el partido estaba decidido tras un primer tiempo igualado pero de mejor manejo del balón y de los espacios de un Almería cosa seria también con Arconada, sí señor. Justo lo que le está faltando al Getafe en casa en su búsqueda de identidad, algo más de circulación de la pelota, más creatividad, paredes, juego en corto. Por ahí tiene tarea aún Víctor.
Estábamos con el desenlace cantado por todos máxime cuando Jacobo y Alves habían solventado momentos difíciles, en especial el arquero local, que salvó dos mano a mano peligrosísimos. Pero Negredo seguía suelto, cabeceó el 2-1, al Geta le asustó el soplido del lobo y en su tembleque final Chico cazó el empate. No acaba de ganar el Getafe en el Coliséum, así que ya podemos decir que aquí '90 minuti son molto longo'. Sobre todo para los azulones...