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primera | ATHLETIC 0 - GETAFE 1

Un golazo de Casquero tumba al Athletic

Los vascos tuvieron oportunidad de golear, pero no superieron aprovechar las ocasiones

<b>ATHLETIC 0-GETAFE 1.</b> Un golazo de Casquero sentenció un partido en el que los vascos pudieron golear.
ATHLETIC 0-GETAFE 1. Un golazo de Casquero sentenció un partido en el que los vascos pudieron golear.

Javi Casquero, con una sutil y preciosa vaselina desde unos 25 metros, dio la victoria al Getafe en un partido en el que debió haber goleado el Athletic, que dispuso de muchísimas ocasiones para marcar antes del que el veterano centrocampista toledano decidiese con su espectacular golazo.

La riada de ocasiones sobre la meta de Jacobo a partir de la media hora de juego fue continua, pero a los delanteros locales les faltó tino, instinto, acierto y calidad. Además, el meta visitante gozó de una tarde verdaderamente afortunada.

Este resultado deja al Athletic mirando hacia abajo en la tabla, mientras que el Getafe se anima hacia la zona noble. De todos modos, si ambos repiten el choque de hoy con asiduidad, en cuanto a juego, lo normal es que sus caminos se entrecrucen más pronto que tarde.

Porque, a pesar del 0-1, Víctor Muñoz tiene que estar preocupado por la endeblez defensiva de su equipo y, en cambio, lo único que puede lamentar Joaquín Caparrós es la espesura de su equipo ante la meta rival y el resultado final. El sevillano revolucionó de inicio la alineación en el centro del campo para dotar a su equipo de mayor control de juego y de balón que el jueves en Huelva, donde fue incapaz de mantener la posesión con un poco de criterio cuando robaba la pelota.

Así, dejó en el banquillo al tándem Javi Martínez-Gurpegui, un doble pivote de presión y trabajo, y puso en liza a Orbaiz y Yeste, jugadores diametralmente opuestos. Además, dio descanso a Susaeta y situó a Gabilondo en la banda izquierda, con lo que David López, el único centrocampista que mantuvo el puesto, se desplazó a la derecha. El maño, por su parte, dejó al polémico ecuatoriano Jofre Guerrón fuera del equipo y dio entrada a Soldado en la punta de ataque, lo que obligó a Manu a trasladarse a la banda derecha.

Decisivo último cuarto

No le dio demasiados réditos al técnico local la remodelación del once, pero en cuanto se pasó de la media hora, la portería de Jacobo sufrió un asedio del que salió vivo más que de milagro, de varios milagros. Porque así puede considerarse que Ion Vélez y Llorente errasen dos clarísimas oportunidades (min.36 y 39) en las que apenas si tenían que tocar la pelota para dirigirla a la red ya con toda la portería a su favor.

O que no acaben dentro de la portería una falta de Yeste (22) desde la frontal que sorprendió hasta al meta visitante, que despejó el balón casi sin quererlo o cualquier de los tres remates de cabeza de Llorente (34, 38 y 44) a saques de córner de David López que acabaron en las manos de Jacobo como podían haberlo hecho en cualquier otro lugar entre los tres palos que defendía el meta visitante.

El arrollador último cuarto del Athletic, en cuanto a ocasiones que no a goles, desequilibró un primer tiempo bastante parejo hasta entonces, con el conjunto rojiblanco intentando imponer la iniciativa y el azulón buscando contraataques peligrosos. De alguno dispuso pero a sus delanteros les faltó o precisión y/o acompañamiento. Un mano a mano de Ion Vélez ante Jacobo que el joven delantero no solucionó bien avanzó en el primer minuto de la continuación que la segunda parte iba a ir por el camino de la primera, es decir, un río de oportunidades bilbaínas mal acabadas por sus atacantes o con fortuna para la defensa visitante.

Ion Vélez en tres acciones (46, 63 y 69) y Del Olmo en una (70) ilustraron la escasa pericia local. Y en un centro de Gabilondo (55) y una falta botada por David López (59) incidieron en la impresión de que era el día de Jacobo. El Getafe, por su parte, tuvo un par de buenas contras, de Soldado y el uruguayo Juan Albín (60 y 85) antes de que Casquero decidiese el choque con un tan impresionante como sutil golazo desde lejos.

En la ocasión de Soldado, un mano a mano con el portero en el que se impuso la colocación del guardameta, el delantero del Getafe pidió penalti. Más clara pareció una mano dentro del área de Manu ante Iraola seis minutos después. Como claras siguieron siendo las ocasiones locales posteriores. Pero, en cambio, fue una de las aisladas opciones visitantes la que determinó el resultado final.