NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Segunda | Nàstic de Tarragona

Ferrando pide ayuda para terminar con el mal rollo

"Si queremos que esto funcione tiene que ser entre todos"

Llueve, y de qué manera, en Tarragona. Ni todo un verano ha bastado para romper con el mal rollo que presidió la pasada temporada. Porque ahí sigue, enquistado. Y hay que extirparlo... Y rápido.

César Ferrando habló ayer abiertamente del asunto. Y su voz tenía un punto de hastío, de cansancio, de hartazgo por tener que dar vueltas siempre sobre lo mismo. Quizás por ello pidió la colaboración de todo el mundo para finiquitar ese mal rollo. "Es muy raro lo que estoy notando. Vosotros (la prensa) sois de aquí y lo sabréis mejor que yo. Vosotros conocéis el entorno del Nàstic", dijo el técnico que, sobre los gritos y quejas de la afición, argumentó: "Vayan contra quien vayan están yendo contra el club. Vamos a trabajar de nuevo y vamos a tener paciencia, que veo que hay poca. Si queremos que esto funcione tiene que ser entre todos. Porque entre todos, podemos". Y zanjó: "Esto es un colectivo. El Nàstic es lo más importante y no los egos personales de cada uno. Las personas pasan, pero el club es el que se queda. Más que el Nàstic no hay nada, hay que empezar a entender eso".

La única cura.

Cuando un equipo enferma, la causa suele ser deportiva. Y el remedio, también. "Las victorias traen la paz", sentenció Ferrando. En efecto, una victoria, un buen resultado en Balaídos apaciguará los ánimos y traerá el sol a Tarragona. Porque de momento llueve, y lo peor de todo es que lo hace sobre mojado.

Rumor: se dijo que se iba

Las declaraciones de Ferrando sorprendieron a todo el mundo. Hasta el punto de que durante todo el día circuló un runrún que decía que estaba meditando seriamente la posibilidad de marcharse. Este periódico se puso en contacto con gente del Consejo grana y la respuesta fue tajante: "No tenemos constancia de que César quiera dimitir". De aquí no se mueve nadie y lo único que hace falta es que el balón entre y lleguen los resultados.