NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Primera | Real Madrid

Robben: "Me divierte jugar por la derecha"

El extremo holandés llevaba tiempo buscando un partido así, que le reivindicase como la estrella que hace un año llegó al Madrid por 36 millones de euros. Su partidazo ante el Valencia le encumbró ante la afición del Bernabéu, decantada a su favor en detrimento de Robinho.

<b>LA COPA DE SÚPER ROBBEN. </b>El holandés posó orgulloso en el vestuario con el trofeo conquistado.
realmadrid.com

El Bernabéu rugió cuando Robben, el tipo que lleva el 11 de Gento, hizo tres amagos en la frontal del área, quebrando las cinturas de Albiol y Alexis. El marcador reflejaba un increíble 4-1 y el holandés se había adueñado de la escena con sus galopadas épicas por la derecha, su teórica banda 'contraria'. A Arjen, arrebatado y en éxtasis, sólo le faltó un gramo de fuerza para meter el gol que hubiera puesto al estadio boca abajo. Como los toreros que ponen en pie hasta a los críticos del Tendido del 7, Robben hechizó a la afición con una segunda parte que ayer devoró de nuevo en la televisión de su hogar madrileño.

Nada más acabar el partido-hazaña, Robben se dejó caer al remozado césped del Bernabéu. Exhausto y roto, pero convencido de haber firmado el partido de su vida. Se lo recordaron sus compañeros, que se abrazaron a él como si fuese la Décima. Desde los veteranos (Raúl, Salgado, Heinze y Ruud, sobre todo), a los noveles (Drenthe, Ramos, Torres, Higuaín, Pepe y De la Red). "Monstruo, ¡qué máquina! Esta Supercopa es tuya, Arjen".

Vestuario. El clamor de la grada al subir al Palco de Honor para recibir su medalla de campeón le permitió asimilar más rápido que había sido el MVP del partidazo con el Valencia. Esta vez el héroe no era su compatriota Van Nistelrooy, ni los españoles Raúl y Casillas. Él era el crack.

Al llegar al vestuario se fundió en varios abrazos con los empleados del club, después de haber recibido uno muy sentido de Schuster, su principal valedor. A uno de sus compañeros le confesó la clave de su éxito: "En la primera parte me sentí más incómodo en la izquierda. Pero por la derecha fue como estar en una autopista. Ahí es donde juego más a gusto y me divierto más". Schuster, toma nota.