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Amistoso | Independiente de Santa Fe 1 - Real Madrid 2

El Curro de Chiclana

Van der Vaart fue la estrella del Madrid en su debut, con su primer gol de falta

<b>UN ONCE SIN RAFAEL NI PEPE. </b>Ante los colombianos del Independiente de Santa Fe, Schuster descartó en su once inicial a Van der Vaart y a Pepe.
UN ONCE SIN RAFAEL NI PEPE. Ante los colombianos del Independiente de Santa Fe, Schuster descartó en su once inicial a Van der Vaart y a Pepe.

El partido parecía abocado a aumentar las malas sensaciones provocadas por el plantón de Cristiano. Las contraindicaciones que presentaba el bolo de Bogotá impedían ser muy optimistas. Analícenlas: El Campín es un estadio situado a 2.652 metros (2.052 más que la altura a la que está asentado el Bernabéu), los hombres de Schuster estaban despiertos desde la cinco de la madrugada de ayer (las siete horas de diferencia con España les tenían de los nervios) y el césped tenía más arena que el coso de Las Ventas.

Para colmo, una acción de Salgado impropia de su experiencia (toquecito ingenuo con el hombre izquierdo al pecho del árbitro para protestarle una falta no señalada sobre Diarra) dejó a su tropa con una unidad menos con todo el partido por delante. Esperar que veríamos un buen espectáculo en semejantes condiciones resultaba utópico y absurdo.

Pero el fútbol siempre vuelve y más cuando toca hablar del escudo más prestigioso del fútbol mundial. Un chaval con sangre de Chiclana llegó al rescate. Ya sé que ahora no existen futbolistas del perfil de Puskas, Di Stéfano, Santamaría o Gento, pero no es normal que hasta la salida a la pasarela de Van der Vaart todo fuese un triste encefalograma plano. Sólo me gustó un chutazo imperial de Robinho. Shuster quiere defender a su halcón antes de que vuele del Bernabéu como una paloma. Hace bien en dejarse el orgullo en ello...

Pero salió Van der Vaart y se hizo de día. Rafael empezó su andadura de blanco con magníficas sensaciones. Saltó al campo tras el descanso en lugar de Guti (acostúmbrense a esa rotación) y su primera acción fue un gol anulado por haber controlado con la mano, pero su remate a la escuadra fue imponente. Después, el holandés de Chiclana se puso el disfraz de su ídolo Zidane y nos regaló una roulette majestuosa, digna de un príncipe.

Pero como los buenos toreros, nos dejó lo mejor para la faena con la muleta. Ahí, nos ratificó que en las faltas se va a hinchar esta temporada. El veterano Agustín Julio ayudó, pero el envío desde el vértice derecho era envenenado y ajustado. El 1-1 era el avance gozoso de la acción del triunfo blanco. Van der Vaart sacó una falta con picardía y habilitó a Pepe, que repitió su hazaña de la Eurocopa y firmó el 1-2 tomando la cabellera a toda la zaga del equipo de Bolillo.

Futuro.

La feliz irrupción de Van der Vaart alimenta el hambre de la afición por ver caras nuevas. El chico llegó a Madrid con dos cañones (su pie izquierdo y su bella esposa). Si no viene Cristiano, tampoco se va a acabar el mundo. Este Madrid ya fue campeón sin él...