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Canobbio

"Pudo haber sido peor, la entrada del rival fue dura"

Desde su habitación del Carlton de Brug, y con hielo en su tobillo izquierdo, el uruguayo analiza la acción de Sapina que le lesionó y su llegada al equipo pucelano.

J. L. Rojí
Actualizado a
El doctor Pablo Grande.
jonathan gonzález

Tiene que ser un fastidio verse así ¿no?

Sobre todo fastidiado por estar en pretemporada, en pleno trabajo y que te pase un accidente como éste. Afortunadamente, no es tan grave, pero estaré algunos días sin entrenarme que es lo que más siento, perder el ritmo de mis compañeros. Tengo menos tiempo que el resto y sólo me queda trabajar duro para recuperarlo.

¿Cómo recuerda la jugada?

Lo cierto es que no me esperaba ese golpe, porque el balón ya había pasado. Si vas con la pelota pegada al pie puedes esperar más un golpe. Me agarró despistado y no pensé que se iba a tirar de esa manera y no lo pude evitar. Me cogió el pie apoyado y por eso estoy como estoy.

¿Hubo mala intención?

Nunca pienso que el jugador tenga mala intención, pero analizando la jugada, creo que no fue a jugar el balón, que ya no estaba cerca; lo hizo como un recurso, pero podía pararme de otra forma y más en un amistoso; sólo habían transcurrido 15 minutos de partido y hasta ese momento no habían habido problemas. Seguro que el jugador rival podía haber tomado otra decisión que no fuera tan drástica o alevosa. Hablamos de un esguince, pero podría haber sido peor, porque fue un golpe duro. No sé que se le pasó por la cabeza.

El médico dice que estará de baja un par de semanas, ¿usted cómo lo ve?

Los doctores siempre hablan con precaución. A nosotros no nos gusta estar lesionados y sin trabajar. Hay que esperar a ver cómo responde mi naturaleza, pero yo confío en estar en menos de dos semanas.

¿Cómo se pasan estos momentos lejos de casa?

No es el momento más oportuno para lesionarse. En temporada, compitiendo, todo pasa más rápido y estás en casa. Acá te agarra en un hotel, sin poder moverte y sólo te queda entretenerte con la música o el ordenador. Es lo que toca esta semana, aunque ya pronto empezaré a trabajar con los fisioterapeutas y se hará más llevadero.

Cambiando de tema, ¿qué tal en su nuevo equipo?

Me he llevado una grata sorpresa por el gran grupo humano que aquí hay. No tengo palabras para describir lo buenas personas que son. En poco tiempo me han demostrado que son excelentes personas y profesionales. Lo más importante para hacer un buen equipo son las buenas personas y acá de eso sobra.

Mendilibar ha dicho que usted es uno de los jugadores con más calidad que él ha entrenado...

Me halaga. Ahora lo que toca es responder en la cancha a la confianza que pusieron en mí.

¿Le ha sorprendido la exigencia que hay en los entrenamientos?

Los entrenamientos me han parecido muy bien, porque son muy dinámicos, sin gran tiempo en el campo. Al míster no lo he visto muy rígido, al contrario, le veo con buen humor y apretando las tuercas cuando es necesario y exigiendo al máximo cuando hay que hacerlo, en los entrenamientos y en los partidos. Es una persona muy conectada con sus futbolistas y eso genera química positiva.

¿Y las famosas volatas de Mendilibar?

Eso es algo muy personal de él. Habrá que mejorar o tener mejor puntería para tratar de hacer las menos posibles.