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Primera | Real Madrid

El enfado de Schuster se debió al asunto Cristiano

Calderón tuvo que apagar ayer en Irdning el fuego encendido por Schuster. El presidente se reunió con el alemán, que le explicó que sus declaraciones se debieron a que pensó que el Madrid sólo iba a por Cristiano y descartaba a Van der Vaart. Hoy se verá las caras con Mijatovic.

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Le dijo a Calderón que le daba miedo que no viniese Van der Vaart.
helios de la rubia

El volcán Schuster se apagó en cuanto vio aparecer por el Hotel Schloss Pichlarn de Irdning a su jefe supremo, Ramón Calderón. El presidente prefirió dejarle tranquilo en la noche del miércoles, el día de la rajada del alemán, pero ayer afrontó personalmente una situación absurdamente generada por un calentón que provocó un profundo malestar en Mijatovic y en el propio mandatario blanco.

Calderón se tomó un café con su entrenador tras la comida que éste mantuvo con sus chicos en el último día de estancia en Austria. Ambos intentaron quitarle hierro al asunto y más cuando Schuster le explicó la verdadera razón de su enfado: un temor (infundado) a que el club se obsesionase en fichar a Cristiano y no le trajese a Van der Vaart, tal y como habían pactado en El Algarve.

Calderón se quedó sorprendido por las dudas del técnico y le dejó claro que si había leído alguna información en esa dirección no debía temer nada porque la contratación de Van der Vaart estaba aprobada por Mijatovic y se iba a afrontar antes, incluso, que la de Cristiano. Eso tranquilizó a Schuster, que repitió la frase que fue portada de AS el martes: "Si al final no viene Cristiano, con Van der Vaart me bastaría".

Dolido. Hoy se escribirá el segundo capítulo del seísmo. Esta tarde, Schuster se verá las caras en Londres con Mijatovic, muy dolido con las acusaciones veladas que le lanzó en la conferencia de prensa. El director deportivo le reprochará que no le haya comunicado personalmente que se siente aislado y falto de información. Además, le dirá que no es cierto, porque se vieron en el último día de estancia en El Algarve y allí Schuster le pidió a Pedja que acelerase lo de Van der Vaart, a lo que el montenegrino asintió.

La relación entre Schuster y Mijatovic nació de nalgas hace 17 meses. En marzo de 2007, Calderón decidió que en junio echaría a Capello y meditó hacer lo propio con Pedja, que fue quien le recomendó traer al italiano quitándole su idea electoral inicial, que pasaba por Schuster. El presidente llegó a un acuerdo con Miguel Ángel Portugal para que fuese desde junio su nuevo director deportivo y contrató a Schuster. Pero se ganó aquella Liga de forma heroica y Calderón, aunque mantuvo su valiente órdago de destituir a Capello, rectificó con Mijatovic al funcionar sus fichajes, sobre todo los de Van Nistelrooy e Higuaín. Portugal, desubicado, se quedó como secretario técnico pero con los galones de Pedja por encima de su cabeza

En esos meses en los que Calderón escuchaba más a Portugal que a Mijatovic se fichó a Saviola, cuyo rendimiento a la vista está. Schuster avaló la apuesta del ex entrenador del Racing y también pidió a Saviola, contra la opinión del director deportivo.

Pero Mijatovic se ha hecho fuerte y el tiempo le ha dado la razón con sus fichajes. Por eso pudo frenar tres de las peticiones de Portugal para esta temporada: Poulsen, Luis Fabiano y Diego Milito. Schuster, más cercano a Portugal, no siempre estuvo de acuerdo con esas decisiones. Y así hasta la salida de pata de banco del pasado miércoles. Hoy, en Londres, nuevo pulso Pedja-Bernd. Seguiremos informando