Caminero
"La Champions es alegría y no fallaremos"
Caminero jugó la Champions 96-97. A aquel Atlético del doblete le eliminó el Ajax y desde entonces no ha jugado esta competición. El ex rojiblanco es optimista.
¿Cómo ve esta temporada para el Atlético?
Es un año muy importante para el club madrileño. Lleva más de diez temporadas sin estar en Champions y jugar esta competición es un momento de alegría para todos los que sienten algo por la entidad. Está claro que la travesía será larga y dificultosa y habrá que apoyar al equipo más que nunca.
Usted mejor que nadie puede hablar de la Champions, de lo que significa este torneo para un club como el rojiblanco e inevitablemente tenemos que hablar del Atlético de Antic, el último que jugó la Liga de Campeones...
Caímos en cuartos de final, pero hicimos una competición muy buena. No merecimos caer, esa es la verdad. Sólo puedo decir que el ambiente que se vive en la Champions es diferente a cualquier otro. No hay nada igual. Sólo se puede comparar a los partidos de la Selección.
Ese Atlético que fue campeón de Liga quedó primero de su grupo en la Champions 96-97, algo casi inimaginable ahora...
El Atlético lleva mucho tiempo sin jugar la Champions y habrá que poner toda la carne en el asador en este torneo. Te enfrentas a grandes equipos, a los mejores futbolistas del continente y casi del mundo. Nosotros afrontamos aquella Liga de Campeones con mucha ilusión y ganas. Pasamos primeros en la fase de grupos. Pero hay que decir que aquel Atlético jugaba muy bien al fútbol. Y ganando y ganando partidos creímos poco a poco que podíamos llegar a lo más alto de la competición.
La lentilla de Aguilera, el penalti fallado por Esnáider forman parte de la mitología atlética más reciente.
En Amsterdam ya debimos haber ganado y no lo hicimos. Dispusimos de muchas ocasiones para haber dejado el partido y la eliminatoria sentenciada, pero no ganamos. Fuimos muy superiores al Ajax, pero no ganamos. Luego en el Calderón el Ajax tuvo esa suerte que nos faltó a nosotros. Ya saben, lo de la lentilla de Aguilera, el penalti fallado por Esnáider...
¿Se vio como campeón de Europa?
Campeón, no, pero sí en la final. En un partido así, en una final, te encuentras equipos de altísimo nivel y cualquier resultado se puede dar, pero el equipo sí se veía en lo más alto. Nos veíamos capaces de todo.
Me imagino que la decepción fue terrible...
El batacazo y la desilusión aquella noche fue muy grande. El palo fue muy gordo y en las caras de los jugadores se reflejó que habíamos sufrido un revés muy duro. Y se vio en todos los que formaban el equipo: los médicos, los utilleros... Vivimos tres o cuatro días muy complicados y nos fue difícil olvidar aquello. La afición también se llevó un disgusto tremendo.
Este año el Calderón puede vivir partidos tan especiales y diferentes como aquellos, encuentros que los hinchas más jóvenes aún no saben como son...
La Champions es un momento de alegría y de fiesta. Ya he dicho que es difícil ver un ambiente así, tan bonito. Ojalá que el Calderón se llene, que el equipo se sienta arropado, que todos estén con el conjunto de Aguirre. Es una competición muy importante para la institución. Seguro que el equipo no va a defraudar.
Adelardo, histórico entre los históricos del Atlético, nos decía que no debe haber miedo, que un club como el rojiblanco ya sabe lo que es jugar partidos importantes...
Respeto, s miedo, no. Casi todos los jugadores del Atlético están curtidos en mil batallas. Hay que estar fuertes en casa, con el calor de la hinchada. Mejor carta de presentación para un jugador que estos partidos es imposible. Y los propios futbolistas lo saben.
Dará ejemplo e irá al campo, me imagino...
Claro, claro. Como abonado del Atlético que soy iré al campo a disfrutar de un evento que hace años no se ve. Ayudaré desde la grada como un aficionado más.
¿Existe algún parecido entre aquel Atlético campeón de Antic y este que aspira a ser algo con Javier Aguirre a la cabeza?
No, son dos equipos muy diferentes. El Atlético de Antic disfrutaba con la pelota, achicaba muy bien los espacios y jugaba muy adelantado. Este Atlético juega un poco más a la contra y a hacer daño por velocidad, con jugadores muy veloces.
Aquel Atlético hizo algo histórico, un doblete, algo que nunca antes se había conseguido. A usted, y al resto de la plantilla se les recordará dentro de muchos años...
Vivimos momentos muy felices y uno no los sabe valorar cuando los vive. No te paras a pensarlo. Luego, con el paso del tiempo es diferente. Ahora entiendes que un doblete no se ha conseguido en 105 años de historia del Atlético. Pero es que aquel equipo era un rodillo. Jugamos siempre con nuestro estilo y así tienes muchas papeletas para ganar. No era un equipo de grandes nombres, de grandes estrellas, pero funcionó. Y teníamos un gran vestuario, gente que estaba muy unida. En la pretemporada se fraguó todo, porque llegó gente joven, con muchas ganas y había un ansia tremenda de renovación en el club. Aún recuerdo ver las caras de la gente y cómo se frotaban los ojos por lo que se había conseguido. Ahora, con el paso del tiempo, sabes que lo logrado fue algo de verdad importante e histórico.
¿Cómo ve la actual plantilla del Atlético?
Seguro que llegará algún jugador en el último momento. Ya la temporada pasada el Atlético tuvo un equipo bastante bueno y muy compensado. Quizá no tuvo mucha fortuna en la parte de atrás y por eso se ha reforzado mucho en este puesto. El Atlético de Antic defendía desde Penev a Molina. Existe una buena plantilla, de eso no cabe duda.
Me imagino que le encantaría volver a ver a un Atlético luchando por todos los títulos, por arrebatarle la primacia a Real Madrid y Barcelona...
Me gustaría mucho. El Atlético tiene el hándicap de la Liga de Campeones, ya que ahora mismo no está acostumbrado a jugar tres competiciones a alto nivel. Pero por potencial y masa social merece estar arriba. El Atlético siempre ha sido una alternativa al poder y tiene que equipararse a los dos grandes. Además, creo que el hecho de que el Atlético esté cerca de Real Madrid y Barcelona es bueno para el fútbol español.
Su nombre se ha asociado mucho al Atlético en los últimos tiempos e incluso se llegó a comentar la posibilidad de que sería el director deportivo del club rojiblanco en un futuro no muy lejano. Usted, que no suele salir mucho hablando en los medios, puede sacarnos de dudas...
Por mi pasado atlético siempre sale mi nombre ligado a la entidad rojiblanca. Pero estuve vinculado al Valladolid y mientras trabajé para este club nunca se me pasó por la cabeza volver al Atlético.
Pues los aficionados rojiblancos sueñan con ver a aquellos ganadores del doblete trabajando para el club. A los Vizcaíno, Caminero, Simeone...
Voy a ser sincero y cuando uno ha estado en un club como el Atlético y le han tratado tan bien, uno se siente muy rojiblanco. Y es cierto que tengo la esperanza algún día de trabajar en el club en el que ya lo hice como futbolista.
Voy corriendo a decírselo a Cerezo y Gil Marín...
No, no tan deprisa, ya que mi primera intención es sacarme el título de entrenador. Quiero vivir la faceta del técnico. Sería la tercera pata de la mesa. Me gustaría sacarme el título, ver y probar si soy capaz de manejar a 25 fieras.
Si le digo la verdad no me lo imagino en el área técnica dando voces a sus jugadores...
El tiempo lo dirá. Ánimos e ilusiones tengo muchas, pero veremos si soy capaz de hacer este trabajo. He estado tres años como director deportivo, también fui jugador profesional y esto es lo que me falta. Estoy abierto a cualquier opción que suponga seguir vinculado al fútbol. Pero ya digo que el tiempo lo aclarará todo.
Usted también fue internacional por España y sufrió los sinsabores de la Selección, que fue eliminada del Mundial del 94 por Italia de mala manera. Menuda alegría se habrá llevado con el éxito de la Selección...
Fue increíble. De principio a fin fue algo espectacular. El año soñado para el fútbol español. La verdad es que jugó muy bien y España cuajó un gran campeonato. Pero hay que tener cautela. Ahora seguro que todos queremos ser campeones del mundo, pero en dos años pueden cambiar muchas cosas. Seguro que podemos, como dice el eslogan, pero desde la tranquilidad y la humildad. Esto es muy importante. Hay que tener los pies en el suelo.