"Ya somos conscientes con el paso de las horas de lo que hemos conseguido. Estamos con muchas ganas de llegar para comprobar cómo lo están viviendo y seguramente lo que nos espera en Madrid no lo vamos a olvidar ninguno de nosotros", dijo Casillas antes de subir al avión que traslada al equipo desde el aeropuerto de Innsbruck.
El capitán español, que llevaba en sus manos la copa de campeones de Europa que recogió anoche de manos de Michel Platini, expresó la nostalgia de la selección por despedirse del lugar donde ha permanecido concentrada durante la competición y a donde regresó después de celebrar de madrugada la consecución del título. "Lo hemos celebrado por todo lo alto toda la noche. Nos da pena marcharnos y abandonar Neustift por lo bien que nos han tratado en esta localidad. Siempre lo guardaremos en nuestros mejores recuerdos", señaló.
Preguntado por el futuro del seleccionador Luis Aragonés y por el de la selección en el próximo Mundial de 2010, Casillas se limitó a decir que "es una cosa del míster" y que Sudáfrica "está un poco lejano todavía". "En estos momentos te acuerdas de todos, de tu gente y de lo que hemos tenido que pasar para llegar hasta aquí. No se puede comparar con lo que ganas con el Real Madrid, es diferente porque hay gente de otros equipos, aquí es todo un país el que está detrás tuyo en un momento difícil en el que lo necesitaba", concluyó.
