eurocopa 2008 | españa
Güiza se cuela en la fiesta
Puede ser el protagonista inesperado de la final. La ausencia por lesión Villa y las dificultades de Torres para rendir a un buen nivel con el sistema de la Selección pueden situar a Güiza en el primer plano contra los alemanes.
La ansiedad le dominó al comienzo de la Eurocopa. El máximo goleador de la Liga española acababa de completar la mejor temporada de su carrera y se veía situado entre los suplentes y con una alineación titular muy definida por parte del seleccionador, Luis Aragonés. Las opciones de entrar en el equipo eran complicadas y quizá por eso, a Dani Güiza se le veía inquieto en los entrenamientos. Quería hacer más cosas de las que debía y era difícil verle un remate con la dirección adecuada.
La oportunidad le llegó contra Grecia, un choque intrascendente para la Selección, ya clasificada para cuartos como primera de grupo, pero que cambió el torneo para el todavía delantero del Mallorca. El gol que dio la victoria a España cuando el partido consumía sus últimos segundos le liberó de esa angustia, le serenó y desde entonces ha ganado en confianza, en paciencia y se ha convertido en una variante ofensiva muy a tener en cuenta. Aragonés apenas le nombraba en sus primeras conferencias de prensa. Ahora, cuando habla de los delanteros lo hace de tres, no de dos: Villa, Torres y Güiza.
Luis le ha ido abriendo poco a poco la puerta del equipo, aunque hasta ahora siempre saliendo desde el banquillo, y ha participado y asumido responsabilidades en los encuentros de cuartos frente a Italia y de semifinales contra Rusia. El fallo de su lanzamiento en la tanda de penaltis contra los italianos le golpeó en su autoestima y no le dejó saborear de la histórica clasificación para semifinales como merecía el momento. Todo cambió ante los rusos, cuando sustituyó en el segundo tiempo a Fernando Torres y la figura del arquero se dejó ver en el Prater de Viena. Dos goles suma Güiza, por uno del Niño, en esta Eurocopa.
Güiza, Villa y Torres
Las tres opciones de cambio que antes manejaba Aragonés se han convertido en cuatro. Al trío formado por Xabi Alonso, Cesc Fábregas y Santi Cazorla se ha sumado ahora Dani Güiza.
La ausencia de Villa, que apenas pudo disputar media hora contra los rusos, podría dejar vacante un puesto de titular para la final. Lo normal sería que Fábregas saliera de inicio, para completar ese dibujo 4-1-4-1 que tanto gusta a Luis y con el que comenzó a ganar la semifinal del pasado jueves.
No obstante, Güiza se ha convertido en una seria alternativa en ataque y si sus opciones de ser titular en la final no parecen demasiadas, sus posibilidades de saltar al campo durante el segundo tiempo se multiplican. Con la lesión del "guaje", a nadie le debería extrañar que Luis apostara por Güiza como primer recambio ofensivo. De ser así, casi todas sus flechas apuntan al mismo hombre, Fernando Torres.
Y es que Güiza ha aparecido justo cuando la fiesta está más animada y lo ha hecho no para ser uno más, sino para ser protagonista. Contra Alemania, los focos que están reservados para iluminar a otros, quizá terminen buscándole a él.