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Yo digo Marco Ruiz

Ballack está cansado de ser segundo

Ha trascendido desde el hotel de concentración de Ascona la admiración de los jugadores germanos por el estado de forma de Ballack a pesar de la lesión que le tuvo parado tres meses esta temporada. Queda poco, tan sólo el tacto con el balón y la manera de leer el fútbol, del joven de 26 años que perdió la final de la Champions con el Real Madrid jugando en el Bayer Leverkusen. Los dos años en la Premier han hecho de Ballack un futbolista total. Han mejorado su físico hasta el punto de que es capaz de ser el que más corre (12 kilómetros ante Portugal) en un equipo de acero. E incluso de ser el más rápido. Llegó a sprintar a 30 kilómetros hora en los cuartos, octavo en este ránking en el torneo. Fernando Torres, por ejemplo, ha llegado a los 29 km/h.

Hay que buscar otro motivo a la preocupación del crack, que ha sido visto dando largos paseos por la ribera del lago Maggiore. En su cabeza aún ronda la idea del eterno segundón. A sus 31 años, Ballack aún no ha ganado nada importante. Segundo en la Champions con el Leverkusen (2002) y con el Chelsea (2008), con el que también perdió la Premier ante el Manchester. Segundo en el Mundial de 2002, cuya final ante Brasil no pudo jugar por sanción. Sólo conoce el sabor del triunfo en la Bundesliga (Kaiserslautern y Bayern). Demasiado poco para un crack que quiere coger el testigo que dejaron Rummenigge, Matthäus o Effenberg en la historia más reciente de Alemania. Con 31 años, es su gran oportunidad... pero España está en su camino.