Donadoni no dimite, pero Lippi llegará en unos días

Día de luto en Italia. Funeral en la Casa Azzurri, el centro de mando de la selección de Italia en Baden, antes del regreso a Roma con Buffon, Cassano, Toni y compañía desfilando como almas en pena por el aeropuerto de Viena. Silenzio Stampa entre la tropa. Pero no para Donadoni, que regateó su responsabilidad por la eliminación de Italia. "Por un penalti fallado no me voy a ir. Eso no se me ocurriría ni en sueños", dijo ante un centenar de periodistas, la mayoría o todos ya al tanto de la inminente llegada como nuevo seleccionador de Italia de Marcello Lippi, que en breve iniciará su segunda etapa en el cargo.

"Sería un estúpido si dejara el cargo por perder un partido a los penaltis. Yo he sido jugador y sé de lo que hablo. Es algo que ni siquiera se me ha pasado por la antesala del cerebro", se rebrincó Donadoni cuando escuchó en la sala el nombre de Lippi. "Desde el primer día que llegamos a Viena he sentido esa presión y por lo tanto eso no me hará cambiar de opinión. Repito que estoy satisfecho con el desempeño de los jugadores, con mi trabajo y con el suyo. Nos ha eliminado España, una gran selección, desde el punto de penalti. Eso no es para dimitir. Nos vamos con la cabeza alta".

Donadoni no dejó lugar a dudas. Si quieren poner a Lippi tendrán que despedirle. Pero eso es justo lo que va a suceder. Porque el que fuera campeón del mundo con la squadra azzurra hace dos años ya tiene un acuerdo cerrado con la Federcalcio. Se hará cargo de la selección en el plazo máximo de una semana y la guiará a partir del próximo mes de septiembre en la fase de clasificación al Mundial de 2010 en Suráfrica.

Donadoni renovó su contrato como seleccionador hace sólo veinte días. Pero la Federcalcio se guardó una cláusula rescisoria que podría hacer efectiva en los diez días siguientes al final de la participación de Italia en la Eurocopa. Ese plaza comenzó a correr ayer y, efectivamente, es seguro que la resolución se hará realidad en muy pocas fechas.

Marcello Lippi sustituirá a Roberto Donadoni, que será indemnizado y despedido, y regresará al cargo de seleccionador que dejó tras el Mundial por la implicación de uno de sus hijos en el Moggi-gate. A Lippi le acompañarán como ayudantes dos históricos de la azzurra: Ciro Ferrara, ex Nápoles, y Peruzzi, ex Juventus.