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Eurocopa 2008 - Grupo C | Francia

Ribery apela ante Italia al espíritu de Zidane

"En situaciones como éstas se le echa de menos", dice

<b>NUEVA GENERACIÓN. </b>Ribery y Benzema son los abanderados de las jóvenes promesas de Francia.

Domenech se siente defraudado por el rendimiento de la Francia vitalicia, los Coupet (35 años), Henry (30), Gallas (32), Makelele (35) o Thuram (36), en los que ha seguido confiando para la Eurocopa tras su buen rendimiento en el pasado Mundial. El técnico reunió a todos sus hombres el sábado por la noche en el hotel Le Mirador Kempinski y forzó una pequeña revolución. Primero hizo un aparte con Benzema de siete minutos de reloj durante el entrenamiento y le anunció que jugaría por la izquierda (por Malouda). Luego conversó en el vestuario con Ribery y le pidió mayor liderazgo. Los dos son los estandartes de la generación Nasri. "No puedo pretender ser Zidane", dijo ayer Ribery, pero tendrá que ponerse en el papel. Eso es lo que se acordó después de la reunión, una escenificación del traspaso de poderes. "Llevo más tiempo que alguno de los más jóvenes. Al principio escuchaba atentamente lo que me decían los grandes. Ahora soy yo el que intenta dialogar con los de mi generación", dijo.

Ribery, marsellés de adopción convertido al Islam, encaja a la perfección en el hueco que dejó Zidane. "Sólo Ribery puede servir de nexo de unión entre las dos generaciones que conviven en los bleus", asegura Makelele. "Zidane sólo hay uno. En situaciones como éstas le echamos de menos. Él cogería la pelota y marcaría tres goles. Nos haría mucho bien. Pero alguien tiene que hacer el trabajo", dijo Ribery.

Benzema no ha tenido protagonismo hasta ahora a pesar de ser elegido mejor jugador del año en Francia (31 tantos en total). De origen argelino, como Zidane, nació en los arrabales de Lyon. Su carácter introvertido le acerca más a Zizou, pero él, como el resto de sus compañeros, rehúye con pavor al hecho de tomar su testigo. "Estoy aquí para ayudarle y para que esté al 100 por cien mentalmente", dijo Ribery.