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Eurocopa 2008 - Grupo A | R. Checa 1 - Portugal 3

Portugal es una fiesta

Cristiano Ronaldo y Deco lideran la segunda victoria

<b>POR TODO LO ALTO. </b>Cristiano Ronaldo regresa al terreno de juego después de festejar su gol con los aficionados de Portugal.
morenatti

Era la prueba de fuego definitiva. Ganar a un equipo como el checo, un bloque de cemento. Portugal lo tiene todo para aspirar a mucho: buenos centrales, Deco y Moutinho como motores y veneno arriba con Cristiano Ronaldo pletórico. Una vez más se salió.

Más sabe el diablo por viejo que por diablo. El dicho le va al pelo a Brückner, que engañó a la prensa y a Scolari haciendo creer a todo el mundo que alinearía a Koller. Por él entró Baros, pensando en un fútbol más dinámico a la contra. Scolari, temiendo el marcaje especial a Cristiano, sólo le cambió de banda (jugó en la izquierda). Ninguno de los dos equipos había encontrado su sitio cuando llegó la primera genialidad. La triangulación entre Deco (que arrancó la jugada), Nuno Gomes (pase con la espuela) y Cristiano Ronaldo, acabó rematada por el mismo Deco. Portugal se adelantaba en el minuto 7.

Eso obligó a la República Checa a asumir responsabilidades. Y puede hacerlo. Es un equipo cimentado en una defensa rocosa, Galasek y Polak mandan en la media y en ataque todo queda en manos de Sionko. El jugador del Copenhage (31 años) sigue dando un rendimiento espectacular. Suyo fue el gol del empate en el 17' después de un saque de esquina en el que le ganó la espalda a Petit. Portugal pasaba sus primeros apuros en la Euro. Sin capacidad de reacción ante el empate, chocaba una y otra vez ante los checos. Sólo Cristiano acertó a rematar dos tímidos disparos a puerta. La primera mitad terminó en tablas.

Apareció Deco. Tras el descanso los lusos salieron a por el partido y entonces Deco empezó a funcionar. Puede que Cristiano tenga la capacidad de hacer lo que nadie espera, pero Deco es el motor del equipo. Empezó a moverse entre líneas, controlando espacios y tiempo, y no tardó mucho (minuto 62) en ver el hueco por el que se acercaba al área Cristiano Ronaldo. Se la puso rasa y metida y el crack marcó con la derecha según le venía. Brückner movió ficha viendo que por abajo era imposible. Sacó a Koller (2,02), en un intento desesperado de desequilibrar a la zaga de Scolari, que nada más ver el movimiento quitó a Moutinho para meter al central Fernando Meira (1,88) e incrustarlo entre los centrales. Pero los balones aéreos provocaban tal desajuste que, en uno de tantos, Sionko obligó a lucirse a Ricardo.

Con los checos volcados era cuestión de tiempo que llegara el tercero de Portugal. Y ocurrió en el 91'. Cristiano recibió un pase desde la defensa. Estaba tan solo que le dio tiempo a pensar en la caridad, y esperó la llegada de Quaresma (que había entrado por Simao) para ponérsela a placer. 3-1. Portugal es una fiesta.