Modric lidera el estreno con bostezos de Croacia

Era tan favorita Croacia de entrada, se hacía tan improbable una sorpresa de los anfitriones en su debut en Viena, que las teorías se trasladaron a la realidad con apenas tres minutos cumplidos, sin tiempo para tomar asiento en el estadio, con el mando del televisor aún en la mano para los que lo siguieron desde casa.

Aufhauser, siderúrgico mediocentro del conjunto austríaco, atropelló dentro del área a Olic y la pena máxima la aprovechó Luka Modric, centro de todos los focos ayer por tratarse del primer partido de gran nivel desde que el Tottenham pagase 21 millones por él.

Tal cual sucedió. Más fácil incluso de lo que se podían imaginar los croatas, que de este modo se encontraron con los deberes hechos sin apenas esfuerzo y en el primer suspiro. Los muchos meses de preparación encontraron recompensa tan pronto que el conjunto de Bilic, lejos de exprimirse todo lo que debía, fue acomodándose hasta convertir sus bostezos en un ejercicio de alto riesgo ante el orgulloso ataque de patriotismo del cuadro local.

Sólo una gran acción del correoso Olic sobre Pogatetz, al que el árbitro perdonó la segunda amarilla, y una volea con la zurda de Petric antes del descanso crearon cierto sobresalto para Austria. Todo lo demás lo escribió con más pena que gloria el conjunto de Hickersberger, ineficaz en los últimos metros, pero comprometido ante la trascendencia de no defraudar más a su afición.

Ocasiones. Fue el desparpajo de Harnik y la entrada del incisivo Korkmaz, de origen turco, lo que terminó por elevar la adrenalina local, acrecentada a base de acercamientos hacia la portería de Pletikosa que cada vez acarreaban más peligro, sobre todo porque un empate se presumía definitivo.

Croacia no respiraba oxígeno suficientemente limpio y sufrió más aún cuando entró el enorme Kienast en la punta de ataque como referencia para los balones largos. Pletikosa a punto estuvo de meterse un disparo lejano en su portería y Korkmaz también rozó el gol desde lejos. Sólo la puntería traicionó a Austria. Y sólo este hecho salvó a una Croacia a la que convendría despertar del letargo en que convirtió su debut.

Hickersberger: "Mi equipo mereció más"

"Tuvimos el peor de los inicios posibles al encajar un gol de penalti en el minuto tres. Jugamos muy mal durante media hora, estábamos nerviosos. Pero luego jugamos muy bien, aplicamos nuestro plan táctico e incluso dominamos a los croatas. Decidimos jugar a todo riesgo en los últimos 30 minutos. Hemos demostrado que el fútbol austríaco está mejorando. Mi equipo mereció más".

Bilic: "Tuvimos varias debilidades"

"Tenemos varios días para corregir nuestros errores. Algunos jugadores estaban superados por participar en un torneo tan grande, pero hemos empezado de la mejor manera posible, con una victoria. Mi equipo tuvo debilidades, sobre todo en el centro del campo y en la segunda parte cuando los austríacos dominaron el encuentro con los cambios realizados. Debemos mejorar".

El detalle: primer penalti de la Eurocopa

El cometido por Pogatetz sobre Olic fue el primer penalti que se señala en esta Eurocopa. El árbitro Pieter Vink no se lo pensó cuando vio la acción y la verdad es que el derribo fue claro. Después, eso sí, Vink no se atrevió a expulsar a Pogatetz por clara doble amarilla.