Eurocopa 2008 - Grupo A | Portugal - Turquía
Cristiano abre fuego ante la débil zaga turca
Scolari recela de la selección otomana en el arranque
Arranca Portugal en esta Eurocopa con la sombra del traspaso de Cristiano Ronaldo al Real Madrid. Un hecho que hace mucho más peligroso al astro, hipermotivado después de que se hayan gastado litros y litros de tinta en intentar descifrar su futuro.
Enfrente estará la Turquía de Fatih Terim, que llegó a la selección otomana en 2005, un equipo que cuenta con similares armas que los portugueses, como la velocidad de sus puntas, pero con una defensa mucho menos solvente. Eso es lo que diferencia a esta Portugal de la que se ha quedado a las puertas del éxito en ediciones anteriores (subcampeona en 2004 y semifinalista en 2000, además de cuarta en el Mundial 2006). Ahora cuenta con una de las mejores defensas del torneo, con Bosingwa, el madridista Pepe, Ricardo Carvalho y Paulo Ferreira. El resto se resume en un centro del campo solvente (al que hay que añadir la calidad de Deco, que tocado muscularmente será de la partida) y una lección del fútbol de extremos: Simao y Cristiano Ronaldo en las bandas (con Nani y Quaresma en la recámara) y con Nuno Gomes en la punta de lanza. La ausencia de un delantero centro nato es la única laguna de Portugal, clara favorita a llegar a la final por calidad y por el buen trato que le dio el sorteo, ya que no tiene grandes nombres en su parte del cuadro salvo Alemania.
La Turquía de Nihat asegura presentarse sin complejos. Ojo a la sociedad que forman Nihat y Tuncay Sanli. El habilidoso jugador del Middlesbrough (gran actuación la suya esta temporada en la UEFA) ha hecho una gran temporada y sus mismos compañeros dicen de él que es imprevisible: "De sus botas puede salir cualquier cosa". Los dos estarán sustentados desde el centro del campo por Emre (todo un clásico a sus 28 años) y sobre todo por Marco Aurelio, la nota exótica del equipo de Terim, nacido en Río y pieza fundamental de su sistema.
Admiración.
El seleccionador portugués Luis Felipe Scolari no ha escondido su admiración por el fútbol turco. Lo conoce realmente bien. En la fase de grupos del Mundial 2002 los otomanos se adelantaron a la Brasil con la que fue campeón (acabó ganando 2-1) y en semifinales volvió a encontrárselos y estuvieron a punto de dar el gran susto a la canarinha (perdieron 1-0 y jugando mucho mejor). Por eso advierte Scolari de la importancia de ganar el primer partido ante un rival difícil, intentando evitar problemas de inicio, como le sucedió en la Eurocopa de 2004 perdiendo con Portugal ante Grecia en su debut (1-2). Luego lo arregló en la última jornada ganando a España (y dejándola fuera del torneo) con un solitario y valioso gol de Nuno Gomes.
Lo cierto es que el factor psicológico juega en esta ocasión a favor de Portugal. Los turcos aún no les han ganado en partido oficial: este será el tercer enfrentamiento entre ambos combinados en la Eurocopa (perdieron en el 96 (1-0) y en 2000 (2-0). Pero hoy se encienden los focos... y todo puede pasar.