El Valencia pone a Silva el cartel de intransferible

Joan Laporta se puede ir olvidando de utilizar más a David Silva en su lavado de imagen pública a través de fichajes como el del canario. El Valencia le declaró ayer oficialmente fuera del mercado. "Abiertamente declaramos que Silva es intransferible y vital para nuestro proyecto para la próxima temporada". Una postura que hizo oficial a través de su Consejero Delegado, Jesús Wollstein y que rectifica el discurso oficial del club, que tras destaparse con el caso Marcelino que sus figuras estaban en venta se limitó a aseverar que se escuchaban ofertas por todos.

Por su parte, Juan Sánchez fue menos restrictivo. El secretario técnico matizó las palabras del ejecutivo, aunque no las contradijo: "Sí, es intransferible pero si llegara una oferta muy, muy interesante se podría escuchar. No vamos a hablar de cifras, no es momento para hacerlo". Una postura más liviana, tal vez porque fue el propio Sánchez quién comunicó hace unos días a los agentes de Silva que podían presentar ofertas por el futbolista y negociar con otros equipos, aunque nunca les aseguró una venta incondicional.

En la misma línea que el secretario técnico se pronunció Agustín Morera. "A día de hoy, Silva es jugador del Valencia y ojalá se retire aquí porque es un fubolista de 21 años y aún puede dar mucho. Es un pilar básico, pero si llegara una oferta mareante, habría que escucharla", dijo el presidente.

Le piden tres millones a Albelda por su libertad

El futuro de David Albelda puede estar... en el Valencia. Ésa es la impresión que dejó la reunión que mantuvieron ayer en las oficinas del club el consejero delegado, Jesús Wollstein, y los representantes del de La Pobla Llarga, los hermanos Toldrá. En este encuentro, Wollstein les transmitió que si David quiere marcharse del Valencia, su libertad cuesta tres millones de euros. Ésa es la condición que ha impuesto ahora la entidad de Mestalla para solucionar una situación que no se resuelve desde el pasado mes de diciembre. Albelda tiene cuatro años más de contrato, hasta el 30 de junio de 2012, y estaba dispuesto a perdonar un 60% de todo lo que queda por cobrar (unos cinco de millones de euros brutos) a cambio de conseguir la carta de libertad, pero el club le vuelve a cerrar las puertas.