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Primera | Valladolid 1 - Almería 0

Sesma hace saltar la banca

El canario marcó en el descuento. Diego Alves le paró un penalti a Víctor. El Valladolid buscó siempre la victoria. El Almería estuvo reservón

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<b>BATIDO ‘IN EXTREMIS’.</b> El meta Alves vio como en el 93 no podía parar el obús de Sesma. Hasta ese momento, había un valladar para el Almería.
BATIDO ‘IN EXTREMIS’. El meta Alves vio como en el 93 no podía parar el obús de Sesma. Hasta ese momento, había un valladar para el Almería.

El fútbol es muchas veces muy cruel, pero otras acaba siendo justo. Y ayer lo fue. El Almería se conformó con ofrecer la imagen de equipo ordenado y consistente que le ha llevado a conseguir la salvación con mucho margen, pero se esperaba más de él en Zorrilla. El olor a Europa le asustó y más ante un Valladolid necesitado y que se estaba jugando gran parte de la permanencia en Primera División. Por eso cuando Sesma, en el tiempo de prolongación, lanzó un tremendo zurdazo que se acabó colando por la escuadra de Diego Alves, explotó Zorrilla y se vino abajo todo el trabajo, serio y consistente, pero conservador, de los de Emery. El tiro del canario lo quiso parar con las manos Negredo, pero la potencia del balón se las acabó por doblar. Era el gol del triunfo y quien sabe si el de la permanencia del Valladolid.

El Valladolid dominó siempre el partido. Fue quien quiso ganar y no lo tuvo fácil, ya que el Almería supo maniatar perfectamente la creación de Víctor entre líneas, con la situación de Juanito actuando por delante de los centrales, y frenó bien la pegada de Llorente, que en todo momento estuvo vigilado por Carlos García. Tan vigilado estuvo que acabó el partido con la mandíbula casi desencajada y con una tremenda hinchazón que le impedía hablar.

Pero el balance que dejó la primera parte fueron dos clarísimas acciones de gol en la meta almeriense. Primero con un córner de Víctor que se colaba y que Negredo salvó en la raya, según la apreciación arbitral, aunque según algunas tomas de televisión parece que entró. De hecho, los jugadores del Valladolid reclamaron gol. Era el minuto 24 de partido. Poco después, Negredo, en la portería contraria, trató de sorprender, pero su remate de cabeza lo detuvo bien Sergio Asenjo. Los de Emery no daban señales de vida en ataque y se conformaban con controlar con seguridad el partido. Pero se iban a encontrar con un susto que no se esperaban. Al filo del descanso, Marcos, que estuvo magnífico, supero a Bruno y éste soltó la pierna, pero sin derribar al defensa del Valladolid. La sorpresa por el penalti, que nadie vio, fue general. Tan sorprendido estaba Víctor que lo tiró flojo y mal para que lo detuviera Diego Alves.

Lanzados. En la segunda parte, el Valladolid salió como un tiro. A los 51 minutos Víctor lanzó al palo una falta. El dominio era insistente, pero a los de Mendilibar les seguía faltando lo de siempre, el gol. Pulido, García y Soriano lo sacaban todo por arriba. El recurso local era casi siempre el mismo, colgar balones y con ello los que ayer vistieron de negro se encontraban cómodos.

Y no hubiera sido justa la victoria de los de Emery, pero pudieron lograrla. Primero Negredo, en el 62, y después Crusat, en el 77, se plantaron solos ante Asenjo, pero el guardameta palentino estuvo perfecto y primero detuvo el disparo del madrileño antes de ganarle por dos veces un mano a mano al barcelonés. Fueron las dos grandes opciones para ganar del Almería, pero a pesar de los cambios ofensivos, con la salida de Corona y de Crusat, Emery no podía maquillar el respeto que durante toda la tarde le tuvo al Valladolid dando por bueno el empate. Quizá por eso acabó perdiendo.

Mendilibar, raro en él, quiso enviarle a su equipo el mensaje de que el empate era el mal menor, pero que sobre todo se necesitaba ganar. Empujados de manera vital desde la grada y con la aparición de Ogbeche para acompañar en punta al solitario Llorente, los blanquivioletas nunca perdieron la confianza en el triunfo y jugaron un buen tramo final de partido. Sesma, que hasta ese momento no había podido con Bruno, empezó a hacerse dueño de la banda izquierda mientras Camacho y Álvaro Rubio le ganaban metros de campo a Melo y a Soriano. En plena avalancha local iba a llegar el gol que ya le dejó al Almería sin tiempo para reaccionar. Los puntos son oro para el Valladolid, que deja el descenso a cuatro puntos a falta de cuatro jornadas. El Almería está aún a tiempo de pelear la UEFA, siempre que se crea de verdad que puede lograrla.

El detalle: gol olímpico y fantasma de Víctor

Los jugadores del Valladolid reclamaron gol después de que Negredo sacara bajo palos el córner que sacó Víctor. El balón superó a Alves y se colaba por el segundo palo. Allí apareció Negredo para cabecearlo. Parece que entró.