Un gol de rebote de Cesc renueva la fe del Arsenal

El Arsenal, que remontó un 2-0 en contra ante el Bolton, y el Manchester United, que goleó al Aston Villa, hicieron una demostración de fuerza en vísperas de los cuartos de final de la Champions en los que se enfrentarán respectivamente al Liverpool y al Roma.

El Arsenal levantó con diez jugadores (por expulsión de Diaby) un partido que tenía perdido gracias a Cesc y a la suerte, factor que es mejor tener que no tener. El Bolton, el equipo de Iván Campo que ayer fue titular, está en posiciones de descenso y se había adelantado con dos goles de Taylor, pero no supo rematar al rival que se creció tras el empate a dos, gol que Van Persie hizo de penalti. Después de esa jugada, todo fueron ocasiones para el Arsenal, crecido y animado desde la banda por su entrenador, Wenger, que pedía a sus jugadores más y más. Y esa fe tuvo su fruto en el último instante, cuando un remate de Cesc Fábregas se coló en la portería del Bolton tras pegar en la tibia de O'Brien y posteriormente en la rótula de Samuel. Pero fue un gol válido que dejó al Arsenal instalado en la segunda plaza.

Mientras tanto, el líder de la Premier y próximo rival en Champions del Roma, el verdugo del Real Madrid, el Manchester United, se daba un festín en Old Trafford a cuenta del Aston Villa, que recibió cuatro goles de los Diablos Rojos.

Lo mejor del partido para su siempre respetable entrenador, Sir Alex Ferguson, fue el reencuentro de Rooney con el mismo elemento con el que Cristiano Ronaldo está en permanente luna de miel: el gol. Wayne Rooney hizo dos ayer y el portugués de Madeira firmó su tanto número 26 en la Premier y ya se distancia en seis tantos de su perseguidor, Kid Torres, que esta tarde juega con su equipo, el Liverpool, frente al Everton, con una plaza Champions en juego.