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Rafa

"Hasta el 30 de junio moriré por el Valladolid"

Está viviendo un año de contrastes. De casi descartado en verano a titular indiscutible. Después dejó de contar para Mendilibar y ahora sólo piensa en la permanencia.

Rafa.

Vayamos directamente al grano. A esos malpensados que creen que Rafa se puede borrar del equipo en este tramo final de la Liga si no renueva su compromiso con el club, ¿qué les diría?

Pues sencillamente que no me conocen. Las personas que me conocen saben que yo donde estoy, lo doy todo y esas cosas por mi cabeza no pasan. Yo hasta el día 18 de mayo, cuando acaba la Liga, y hasta el 30 de junio, cuando termina mi contrato con el Valladolid, voy a morir por este equipo.

Caminero aseguró hace poco que entendería perfectamente que usted pudiera estar ya en negociaciones con algún otro club. ¿Ha dado algún paso al respecto?

Yo lo único que quiero es centrarme lo más posible en el trabajo con mi equipo y de aquí hasta el final de la temporada hacerlo todo bien, porque si no estás a un buen nivel en esto del fútbol, nadie te regala nada. Del resto de asuntos no quiero saber nada.

¿Pero mantiene esperanzas de que finalmente puedan retomarse las negociaciones y de que se pueda llegar a un acuerdo de renovación?

Creo que el club ha dicho públicamente que hasta que no terminara la temporada quedaban aparcadas todas las negociaciones con jugadores para renovar, así que trataré de ayudar en lo máximo que pueda a que el Valladolid mantenga la categoría y espero que cuando eso ocurra se pueda dar la posibilidad de retomar el asunto. De momento, insisto en que mi única preocupación es la de tratar de entrenarme bien para poder jugar y ayudar al Valladolid a salvarse.

Hablando de jugar, el pasado domingo volvió a hacerlo en Barcelona. ¿Le sorprendió después de tantas jornadas sin entrar en los planes del entrenador?

Sorprenderme no, porque se produjeron las bajas de los dos centrales que últimamente venían jugando y tenía esperanzas de volver a jugar, como finalmente así fue.

¿Cómo se encontró en el campo, especialmente tras el primer balón que falló y que casi acaba en gol?

Es verdad que empezaron las cosas mal con ese balón que le intenté dar a Sergio y que se quedo corto, pero después me encontré bien, estuve tranquilo y el gran problema es que es muy difícil jugarle a un conjunto de la calidad del Barcelona. Creo que todo el equipo estuvimos en nuestro papel.

¿Qué piensa de todo lo que ha ocurrido con su situación, habiendo pasado de titular indiscutible a descartado en varias convocatorias?

Bueno, es verdad que durante los primeros veinte partidos estábamos jugando casi siempre García Calvo y yo y las cosas estaban saliendo bastante bien. Creo que a partir del partido del Bernabéu el equipo bajó su rendimiento y el míster empezó a hacer cambios buscando soluciones. Yo fui uno de los sacrificados y hay que entenderlo, porque esto es un colectivo y lo más importante es el resultado que pueda conseguir el equipo antes que las situaciones personales.

¿No cree que se han dado demasiados cambios para los pocos resultados que se han obtenido en los últimos partidos?

Ése es un asunto del entrenador en el que yo no debo entrar. Seguro que él intentará buscar lo mejor para el equipo y lo hará con la intención de encontrar soluciones, y si no llegan, pues tendrá que seguir buscando más cosas hasta que por fin todo salga bien.

¿Usted se encuentra de forma y estado de ánimo preparado para afrontar este tramo final de Liga tan importante?

Yo estoy bien y cada día que voy a entrenarme, lo hago con la intención de poder jugar el domingo. Ya he estado en momentos más difíciles que éste desde que estoy jugando al fútbol y siempre he dado la cara, y ahora no va a ser distinto.

¿No siente usted que Rafa ha sido el gran pagano de aquel siete a cero de Madrid y de los últimos resultados?

En situaciones como ésta, en la que estamos metidos abajo con el descenso como amenaza, el entrenador hace cambios buscando la mejoría del equipo. Si cada uno de los que nos caemos de la alineación pensamos que somos los que estamos pagando los platos rotos, en el vestuario acabaríamos mal y eso perjudicaría al equipo. Vuelvo a repetir que el colectivo es lo que importa y no la situación de cada uno de forma individual.

¿Piensa que volver a conseguir una defensa que juegue de manera regular con los mismos hombres puede ser una de las claves de la posible permanencia en Primera?

Es verdad que cuando la gente se sabe casi de memoria el equipo titular es que las cosas están funcionando bien. Pero en una situación como la que nosotros tenemos, lo verdaderamente importante es tratar de sacar esos diez u once puntos que nos pueden asegurar la permanencia, y en estos momentos los nombres de los que jueguen dan un poco igual.

¿Y usted cree que el Valladolid podrá finalmente salvarse o que puede terminar por complicarse como ocurrió hace cuatro años?

Hay que ser realistas y saber que no va a ser fácil, porque tenemos que sacar diez puntos y quedan nueve partidos, pero yo creo que la gran clave la vamos a tener si logramos hacernos fuertes en casa. En Zorrilla tenemos que jugar cuatro partidos más y hay que sacar esos puntos vitales. Este año tenemos la gran ventaja de contar con un vestuario unido que sabe lo importante que es para el club poder conseguir la salvación y hace cuatro años no era así. Había gente menos implicada.

¿Cómo debe de afrontar el Valladolid un partido de tanta tensión como el del domingo ante el Zaragoza?

Debemos de jugar con tranquilidad. No puede ser que queramos ya ir ganando el partido en el minuto diez, porque el encuentro dura noventa minutos y es al final cuando debemos de ir ganando al rival. No nos debe de poder la presión ni a los jugadores ni a nuestro público, porque eso lo que haría es dar opciones al Zaragoza.