Murcia vive su Match-ball

Lo más parecido a una ruleta rusa, una final en toda regla, el partido de todos los partidos... podríamos seguir haciendo intentonas para intentar dibujar su trascendencia, pero nos quedaríamos cortos. Tras mes y medio de fiasco en fiasco, al Murcia y a Lucas Alcaraz les va la vida en estos noventa minutos y al rival de los grana, el Real Valladolid, pues casi que también porque en esta Liga de la igualdad, y también de la mediocridad, dos derrotas consecutivas te llevan por delante, te conducen como si fuera el desagüe de un colector a la ruina más absoluta. A esa Segunda que tan bien conocen grana y albivioletas.

Futbolísticamente que nadie espere nada para recordar, que nadie sueñe con que este Murcia-Valladolid deje jugadas de artisteo, ni tampoco goles-recordatorio, la cosa va de emoción, de sentimientos a flor de piel, de purita necesidad. Para invertir tendencia, para evitar decisiones drásticas y por ende para seguir al mando de la tropa, Alcaraz apostará por Mejía como principal novedad atrás y por Rosinei y Baiano como soluciones con las que paliar el erial ofensivo que sufren los grana.

Para enredar más el panorama, el que llega lo hace con una necesidad también apremiante y además es el mismo equipo que chafó el estreno de Nueva Condomina y también el inicio del Centenario Grana: el Valladolid. Ese Pucela-team de Mendilibar que lleva un año de montaña rusa que tan pronto va al alza y colecciona piropos de equipo pétreo, solidario, de bloque, como de repente aparece en las páginas de sucesos al encajar goleadas como el 7-0 del Bernabeu y de la que todavía parece no se recuperó del todo. Al punto que desde Pucela 'se vende' que este Valladolid es un manojo de nervios en defensa. Ya lo ven frente a frente, unos que no le hacen un gol a casi nadie y otro, el Valladolid, que los recibe con demasiada facilidad. Un tráiler que sólo engancha a los amigos del morbo y las emociones fuertes. La cita en una Nueva Condomina que arderá en apoyo a los suyos.

García Calvo: 150 partidos pucelanos en Primera

El veterano central José Antonio García Calvo disputará hoy su encuentro número 150 con la camiseta del Valladolid en Primera División. El madrileño debutó con la elástica pucelana en un Atlético-Valladolid allá por septiembre de 1997. Posteriormente jugó cinco campañas (de verano de 2001 al de 2006) en el club colchonero. Regresó al Valladolid y esta temporada se está convirtiendo en el líder de la zaga de Mendilibar. En sus 149 partidos, hasta hoy, ha marcado cinco goles. Su bagaje es de 48 victorias, 49 empates y 52 derrotas. Junto a él estará Iñaki Bea, uno de los hombres más odiados en Murcia por sus continuos incidentes con el delantero grana Iván Alonso.