NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Real Madrid 0 - Getafe 1

El Madrid se hace un lío

Un gol de Uche después de un contragolpe que dejó en evidencia a la mayoría de sus rivales puso fin a la racha de 18 victorias seguidas en casa del Real Madrid. La Liga está definitivamente del revés y el equipo que entrena Bernd Schuster ya sólo cuenta con dos puntos de ventaja sobre el Barcelona.

<b>DOS PUNTOS.</b> La cómoda ventaja que tenía hace semanas el Real Madrid sobre el Barcelona ha quedado reducida a dos puntos.
DOS PUNTOS. La cómoda ventaja que tenía hace semanas el Real Madrid sobre el Barcelona ha quedado reducida a dos puntos.REUTERS

El Real Madrid ha cambiado, ya no quedan dudas, y la Liga también. Ha ido ganando en vistosidad al ritmo que perdía pegada y se dejaba puntos por el camino. Contra el Getafe no tuvo ni una cosa ni otra. Ni fue un conjunto agradable a la vista, ni mostró ese poderío ofensivo que le distinguía. Se ha metido él solito en un problema y su entrenador, Bernd Schuster, deberá afanarse en la búsqueda de soluciones, de variantes que revitalicen el juego de un equipo que languidece y se ha dejado comer toda la ventaja que le llevaba al Barcelona. Dos puntos es la distancia que separa a ambos, cuando no hace mucho era de nueve. Un partido de diferencia y un mundo por disputar. Trece jornadas que, si el Madrid no invierte la inercia en la que ha caído, pueden deparar un tramo final de Liga como el pasado, pero con los papeles invertidos.

Madrid y Getafe nos ofrecieron un encuentro demasiado plano, lento y previsible en el que parecía imposible sorprender al rival. Se jugó con demasiada lentitud, a cámara lenta. Al Getafe le bastó con mantener el orden defensivo para anular a su rival. No le hizo falta más para desactivar ofensivamente al equipo de Schuster. Cerró los espacios por el centro y controló sin demasiada dificultad las incursiones de Robben por las bandas. El holandés fue el único madridista con capacidad y actitud para abrir el campo.

Robben comenzó en la banda derecha, aquella en la que terminó perdiéndose en Roma después de un buen primer tiempo. La marcha de Cortés por lesión en el Getafe le devolvió a su hábitat natural, pero no dejó de alternar los cambios de ubicación. La salida de Drenthe, por el desaparecido Baptista, a falta de media hora le fijó de forma definitiva en la derecha. Las carreras del holandés y de Sergio Ramos y los pases de Guti, que no dejó de buscar los espacios donde no los había, fueron de lo mejor del Madrid. El '14' no pudo completar el partido por problemas musculares.

Antes de retirarse, Guti asistió sobre el césped a una de esas acciones que cambian una Liga. Miguel Torres, un lateral que parece estancado en su evolución, se aventuró a irse al ataque y desde el borde del área buscó el gol. Su disparo lo rechazó Abbondanzieri, el rechace del Pato lo remató Raúl, que partía de una posición de fuera de juego, y fue Robben quien terminó de llevar el balón al fondo de la portería del Getafe. Aquí nació una jugada digna del teatro del absurdo, con la mayoría de los futbolistas del Madrid como protagonistas. Se fueron hasta un córner para celebrar el supuesto gol sin darse cuenta de que el árbitro, Daudén Ibáñez, lo había anulado por fuera de juego de Raúl. Correcta la decesión del colegiado e incomprensible la actitud de los madridistas. Raúl y Van Nistelrooy se apercibieron con rapidez de la decisión de Daudén y Heinze y Guti corrieron con rapidez hacía la portería de Casillas para evitar lo imposible. Mientras, sus otros seis compañeros vivían alejados de la realidad en un córner del Bernabéu.

El experimentado Belenguer puso el balón en juego con rapidez y montó un contragolpe que acabó en gol de Uche. Casquero cruzó el campo hasta llegar al borde del área, combinó con Manu del Moral y éste conectó con Uche, que batió a Casillas y se puso a dar esas volteretas que ya comenzó la temporada pasada cuando visitó el Bernabéu con el Recreativo.

Ventaja del Getafe y la Liga definitivamente del revés. El Madrid había estado fuera de onda todo el encuentro y se vio en la necesidad de subir una cuesta cuando a la falta de juego debió sumar la falta de oxígeno. Con su equipo sin ideas y agotado físicamente, algo que ya empieza a ser costumbre, Schuster recurrió al banquillo y se la jugó con Higuaín y el olvidado Soldado. Higuaín entró por Guti y Soldado por Torres. Pasó a defender el Madrid sólo con tres, se olvidó del orden y de las precauciones defensivas y se lanzó a por el empate con nulo éxito. Laudrup, mientras, había puesto pausa al juego del Getafe con la entrada de Albín. El cambio lo efectuó antes del gol de Uche y los beneficios los recogió a partir del tanto.

Esta vez el recurso a la heroica, que no deja de ser el recurso de quien no tiene nada atractivo que ofrecer, no fue la solución a los males del Madrid.