El valencianismo aún puede evitar el bochorno internacional al que se arriesga, más todavía si cabe, y puede que mañana no haya juicio por la demanda presentada por Albelda para rescindir su contrato, pero será difícil. En la madrugada de ayer no cristalizaron las negociaciones, aunque parecían cercanas ya a un acuerdo total. El jugador dio orden a sus agentes de salir del encuentro con un acuerdo para evitar ir a juicio, aunque según las previsiones tenía todas las de ganar ante el juez.

Tras más de cinco horas de tensa reunión, en la que participaron los agentes Alberto y Lorenzo Toldrá y los dirigentes del Valencia Rafael Salom, Pepe Pastor y Miguel Gonzálvez, faltaban muchos detalles aún. Como una carrera de obstáculos, se intentaban superar tres piedras en el camino: la cláusula anti-Liga española que no aceptaba el futbolista y pretendía imponer la entidad; la cantidad a percibir como finiquito, que parece clara y rondará los siete millones brutos; y, por último, la forma de pago de la misma, que el Valencia pretendía aplazar en cuatro años. Hoy continuarán las negociaciones y el portavoz del club, Jesús Wollstein, aseguró que eran "optimistas".

El futbolista se mostró tranquilo en el que pudo haber sido su penúltimo entrenamiento en Paterna y luego, con normalidad, acudió a una cena de equipo. Tras acabar la reunión en el club, abandonó con urgencia la cena y se reunió con sus agentes para evaluar la situación generada.