¿Recuerda el año que se hizo socio del Numancia?

No, porque antes del Numancia me hice socio de La Sampedrana el equipo de mi pueblo, en 1977 o por ahí. Iba a los partidos en los tiempos de Garray y antes, cuando los curas nos sacaban a ver a Álvarez, González, Terea, Achótegui y Abelio, la gran delantera.

Conociendo su pasión por el Barcelona, en la famosa eliminatoria de la Copa, ¿con quién iba?

Quería que ganara el Numancia, pero al ser popular y hablar tanto del Barça me temía el partido de vuelta. Estaba en el Camp Nou rodeado de socios, fui con la peña barcelonista de Soria, cuando la gente empezó a ver jugar el Numancia no creían que estuviera en Segunda B.

¿Qué tiene este Numancia?

Seriedad en todos los ámbitos, directiva, jugadores. Las cosas se hicieron bien cuando se recondujo el equipo con empresarios locales. Ayuntamiento y Diputación ayudan. Los jugadores saben que venir al Numancia es estar en un club serio y cumplidor.

¿Se sufre en el palco?

Sí se sufre, pero sé guardar las formas. Ni en el palco ni en mi butaca soy de grandes expresiones. Nervios se pasan siempre y junto al presidente, más.

¿Le gusta el doble pivote?

Esta es la pregunta que a mí me gusta (risas). Los planteamientos en el fútbol se hacen desde atrás, Schuster dice que no quiere parecerse a Capello ¡pero juega igual!. hay que romper el juego del contrario, como hacen Nagore y Palacios. Recuerdo cuando Quique Hernández ante el Poli puso defensa de tres centrales y dos carrileros, yo le dije, haz lo que quieras, la gente lo que quiere es ganar.

¿Y de la doble punta?

Según el equipo que tengas, ahora mismo la doble punta está bien, pero ahora tenemos el problema de dos jugadores lesionados como Del Pino y Moreno.

¿Tomás Roncero quiso ficharlo como analista deportivo de AS?

(Risas) Con Roncero lo que pasó es que salí en defensa de Raúl, por su personalidad. Roncero se quedó asombrado (risas).