Copa del Rey | Cuartos - Ida | Racing 2 - Athletic 0
El Racing roza las semifinales
La victoria ante el Athletic permite al equipo cántabro soñar con el pase a las semifinales de la Copa por primera vez en su historia. Los de Marcelino merecieron la victoria por juego y por ocasiones. Tchité y Smolarek, este último en fuera de juego, anotaron los dos goles del conjunto local.
La Copa sigue subiendo de temperatura. Llegaban los cuartos de final al Sardinero sin un pronóstico fijo. Racing y Athletic tenían ante sí el último escollo para meterse de lleno en la disputa de un título apreciado o denostado según el momento de la temporada y las condiciones de cada equipo. Las gradas del estadio santanderino presentaban un panorama acorde con la ocasión. Aficionados de uno y otro equipo abarrotaban el graderío con la intención de empujar un poco más a sus equipos hacia la gloria. Marcelino y Caparrós se olvidaron de las rotaciones y pusieron en liza toda la artillería disponible.
Sin que los jugadores visitantes tuviesen tiempo para situarse sobre el terreno de juego, Serrano dio el primer aviso de que el Racing no tenía intención ninguna de especular con el resultado. El fuerte disparo del centrocampista santanderino junto al palo derecho fue despejado con solvencia por Aranzubía. Pocos minutos después, segundo aviso. Jorge López habilitó a Bolado con un fenomenal pase en profundidad que el delantero desperdició mandándola fuera.
El despiste generalizado de los hombres de Caparrós se fue aliviando con el paso de los minutos. El equipo vasco fue recuperando terreno poco a poco y comenzó a acercarse, aunque con poco peligro, al área rival. Aún así, fue de nuevo el equipo de Marcelino el que protagonizó la siguiente acción de peligro. Aitor Ocio logró despejar el balón con apuros cuando Jorge López se disponía a rematar a bocajarro ante un desamparado Aranzubía.
La única oportunidad de peligro creada por los de San Mamés en la primera mitad llegó poco después de la media hora de juego. Un espléndido cambio de juego de Del Horno estuvo cerca de ser aprovechado por Aduriz, pero Coltorti, muy atento, lo evitó.
La falta de pegada local era compensada con la falta de llegada visitante. Realizando un sencillo ejercicio de lógica, era cuestión de tiempo que el Racing acabara abriendo el marcador. Pero la lógica en el fútbol sirve para muy poco, y de esta forma se llegó al descanso con el empate a cero.
El Athletic, más preocupado de no errar en la zona defensiva que de atacar, lograba así salir ileso de una primera mitad en la que el Racing fue superior tanto en ocasiones como en juego.
El dominio cántabro obtiene su premio
Tras el descanso resultaba fácil adivinar que el planteamiento de ambos equipos eran idénticos a los de la primera mitad. El equipo bilbaíno cedió la iniciativa al Racing a la espera de un balón suelto que le permitiese sorprender a su rival a la contra. Por su parte, los de Marcelino seguían con su obsesión de lograr alguna ventaja de cara al partido de vuelta.
El Athletic pudo pagar caro su especulación en una acción en la que Bolado se anticipó a Aranzubía tras un centro de Tchité desde la banda derecha. Acto seguido, Oriol y Bolado se encargaron de desperdiciar una nueva clara ocasión local.
La entrada de Garmendia en sustitución de Llorente y el paso de los minutos sirvió para que el Athletic lograse solventar el desequilibrio del que estaba siendo víctima en la zona media del campo. Pero, cuando mejor estaba el equipo de Caparrós, Colsa se sacó un centro desde la banda izquierda al que Tchité respondió con un inapelable cabezazo ante el que Aranzubía no pudo hacer nada.
El Racing conseguía su objetivo, adelantarse y obligar al contrario a lanzarse al ataque para aprovechar los huecos en defensa.
Error fatal
Con la afición local enloquecida ante la posibilidad de que su equipo pisara por primera vez en su historia las semifinales de la Copa, llegó la polémica. Un disparo de Pablo Álvarez desde dentro del área era remachado por Smolarek en clara posición de fuera de juego subiendo el segundo tanto al marcador ante las protestas de los jugadores vascos que, como suele ocurrir en estos casos, no sirvieron para nada.
En los minutos finales de partido el Athletic se vio superado por los acontecimientos y jugó con más corazon que cabeza sin lograr, como mínimo, conseguir el tanto que le diese vida para el partido de vuelta. El partido de San Mamés se convierte de este modo en una empresa complicada para los de Caparrós, que tendrán ante sí al mejor Racing de las últimas décadas.