Yeste y Guti: los dos rebeldes sin causa

Primera | Athletic - Real Madrid

Yeste y Guti: los dos rebeldes sin causa

El ‘14’ regresa pero comenzará en el banquillo

Los dos son zurdos, futbolistas de un solo club, en cuya cantera crecieron y del que sólo saldrán al retirarse. Pero Yeste y Guti tienen más cosas en común. No pasan inadvertidos fuera del campo (los cambios de peinado son una pequeña muestra), ni dentro, donde su talento no admite dudas.

Yeste, recién cumplidos los 28 años, vuelve a disfrutar tras el calvario de la pasada campaña. Los problemas de pubis casi no le dejaban andar y él se infiltraba dos o tres veces por semana para jugar. Contribuyó a la salvación del Athletic con cinco goles y seis asistencias y en verano se operó por tercera vez del pubis. Reapareció en la 11ª jornada en el triunfo ante el Recre (2-0). Luego vino el 2-2 contra el Depor y el 0-3 en Mestalla. Con él, el Athletic no pierde en la Liga. Ya no está su socio Urzaiz, con el que formó la mejor pareja del siglo XXI (24 goles: 19 le dio Yeste al delantero y cinco sumó él a pase de Urzaiz), pero sigue viendo puerta: en Valencia marcó de falta dos años y medio después.

Es más rebelde fuera del campo que dentro (sólo una expulsión). Esquivo con la prensa, ya ha vivido, como otros zurdos que le precedieron, el rechazo de San Mamés, tan contrariado por sus desaciertos en el césped como por su vida disoluta fuera. Eran otros tiempos. Su ausencia se ha notado y nadie discute ahora que Yeste es indiscutible en este Athletic, tan huérfano de futbolistas de calidad.

Expulsión. La clase también diferencia a Guti, el rebelde sin causa del Madrid y mejor asistente del campeonato (lleva siete pases de gol). Hoy regresa al once tras la tontería que motivó la tarjeta roja en Murcia, la séptima expulsión de su carrera en Liga. Demasiadas para Guti, cuya trayectoria ha quedado marcada tanto por su calidad como su facilidad para la autodestrucción. No podía haber un adversario mejor que el Athletic para su vuelta. Guti le ha marcado cinco goles, dos de ellos en Bilbao. El último, precisamente, fue el que cerró el 1-4 del Madrid allí la temporada anterior.