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Trofeo Bernabéu | Real madrid - Partizán

Santiago Bernabéu Blanco existe y reside en Madrid

El madridismo rinde culto esta noche a Don Santiago Bernabéu, el creador de esta obra majestuosa y el mejor presidente de los 105 años de historia del Mejor Club del Siglo XX. Pero aunque muriese en 1978, AS descubrió a otro Santiago Bernabéu... ¡Y se apellida Blanco!

Santiago Bernabéu de Yeste falleció, para dolor de todo el madridismo militante, el 2 de junio de 1978. Pero el destino ha querido que en vida haya otro Santiago Bernabéu... ¡Apellidado Blanco! AS lo encontró gracias a su hermano Rufino Bernabéu Blanco (53 años), que nos contó la excitante historia frente al Real Café del coliseo de La Castellana: "Mi padre, que se llamaba Mateo Bernabéu, madrileño y madridista, vivía en el barrio de Pueblo Nuevo, en la calle Esteban Collantes. Conoció a mi madre, Pilar Blanco, se enamoraron y se casaron. Tuvieron seis hijos y a mí, que soy el mayor, me pusieron de nombre Rufino...".

Sorpresa. Lo que choca es que después de cinco hijos (Rufino, Carmen, Consuelo, Enrique y Esther) ningún vástago de la familia Blanco Bernabéu se llamase Santiago. Rufino sale al cruce: "En aquella época se ponían los nombres de los recién nacidos con los que tenían los abuelos del padre y de la madre. Pero llegó el sexto, Santiago, que no iba a llamarse así. Mi madre, que llevaba la voz cantante en el asunto y en el que nunca se metió mi padre, dijo a sus cinco hijos que pusiéramos un nombre en unos papeles y que lo eligiéramos por sorteo. Y salió Rubén...".

Ahí vino la pericia y el impagable acto de madridismo de Mateo. Acudió al Registro Civil al día siguiente del nacimiento (26-3-1975) y cambió el nombre de Rubén por el de Santiago. A Pilar casi le da algo. Pero Mateo fue claro en la réplica: "Jamás me he metido en este asunto, pero no podía morirme sin ver a un hijo mío llamarse Santiago Bernabéu Blanco".

Y llegó el momento de conocer al Elegido, al Mesías Blanco, al chaval por el que muchos madridistas pagarían una fortuna para comprarle su identidad. El muchacho, de 32 años, es muy tranquilo, con pinta de científico y gafas de intelectual metódico: "No voy a negar que tener este nombre me ha dejado muchas anécdotas. Trabajo en una imprenta digital y una vez fue allí Goyo Benito para que le arreglase una foto suya en un partido de Copa de Europa, y al ver mi identidad me aseguró que me regalaría el club dos entradas. Espero que pronto lo cumpla...".

Los dos posan ante la puerta 0 del Bernabéu y sonríen horas antes del homenaje. Saben que sus dos apellidos llevan el peso de la historia del club más grande. Y del mejor presidente de todos los tiempos...