El Athletic cuenta sus partidos por goleadas

El AZSV Aalten era de Cuarta División y tardó ocho minutos en encajar su primer gol del Athletic. El WKE Emmen es de Tercera y se llevó el primer balazo a los siete minutos de partido. Con esta cadencia, el día que los de Caparrós jueguen ante un Primera marcarán un segundo después del pitido inicial del árbitro. Ayer fueron seis los que cayeron en esta ciudad del noreste holandés que tiene en el FC Emmen a su equipo de cabecera. Y los distintivos rojiblancos (los colores del FC Emmen) se reparten por toda la ciudad. El WKE, un club de apenas cuarenta años, sólo tiene el tirón de sus más fieles, un grupo de entusiastas que no fallan ningún día. Y van incluso sin tener ni idea de quién es el rival. Buena parte de esos hinchas de sentimiento se acercaron ayer a los periodistas desplazados al Sportkamp ¡para preguntar quién era el oponente del WKE!

Lo decían sin guasa. Así que habían ido al campo del vigente campeón de Tercera División (el máximo galardón al que puede aspirar en Holanda un equipo aficionado) para ver lo que les echaran frente a los ojos. Partido, un par de cervezas en el bar (con más capacidad que la tribuna) y a casa.

Abismal. En el verde, la lucha fue inexistente. Y el Athletic hizo lo que quiso con un WKE Emmen que le recibió con una defensa de tres. Así que para el minuto 18 los de Caparrós, que vistieron de negro, ya iban con tres goles de ventaja en el marcador. Casi todos cortados por el mismo patrón: desborde por velocidad y definición desde dentro del área. El que más tuvo que celebrar fue Ion Vélez, que marcó la mitad de los tantos rojiblancos. El segundo tras un espectacular cabezazo.

Cuéllar, que hizo uno y dio dos, estuvo muy activo y Dañobeitia encontró premio con una preciosa vaselina. Iñaki Muñoz se sumó al festival goleador. Los tres estrenaron su cuenta. Susaeta dibujó muy buenas acciones. Eso sí, en la segunda mitad estuvo por debajo de lo ofrecido en el arranque.