Comparten pasado blanco pero presente y futuro bermellón. Jordi López (Barcelona, 1981) y Javier Dorado (Talavera, 1977) defenderán la camiseta mallorquinista en el Bernabéu y seguramente tendrán sentimientos encontrados tras formar parte de La Fábrica y llegar incluso a debutar en Primera con el Madrid.
El caso del medio catalán, que jugó dos partidos en la 03-04 con Queiroz (ante Murcia y Real Sociedad), es incluso más rocambolesco. Criado en las inferiores del Barça, también ha jugado dos campañas en el Sevilla, por lo que ha militado en todos los equipos implicados en este tenso final liguero. "Me llaman desde todos los sitios, cada uno tirando para su lado, pero ahora mi casa es el Mallorca y su bien es lo único que me interesa", comenta sonriente. Además, define a los de Capello como un "muerto que ha revivido. Su premio es tener la Liga en sus manos".
La historia de Dorado es la de la mala suerte. Lateral zurdo con proyección, tuvo que dejar la entidad blanca tras pasarse la campaña 1999-00 en el banquillo por culpa de un pletórico Roberto Carlos (sólo jugó 49 minutos, ante Espanyol y Valencia). ¿Hubiera deseado nacer diez años antes, o quizás diez después? "No, quién sabe, igual en vez de él hubiese estado otro. Roberto Carlos ha sido el mejor del mundo en su puesto, era una competencia imposible", dice resignado. El defensa reconoce que, pese a haber jugado poco, "fue lo suficiente para ver lo grande que es ese club".
Ahora que ambos dejaron hace tiempo su época blanca (rehúsan posar con una camiseta del rival "para evitar suspicacias"), afrontan esta visita "como una fiesta del fútbol y una experiencia espectacular". Sobre todo viajarán sin complejos "y sin cargos de conciencia. Si la Liga vuela del Bernabéu no será por nuestra culpa. El Madrid debe salir a arrasarnos. Si no lo logra no habrá merecido ser campeón".
Renovación.
Dorado fue también protagonista ayer por haber alcanzado un acuerdo con el Mallorca para seguir una temporada más de bermellón. Pese a haber disputado dos partidos esta temporada tras llegar el verano pasado del Sporting, el club balear y Manzano están contentos con su rendimiento y ambas partes firmaron ayer la renovación.
