Sicart se despidió entre lágrimas y "sin rencor"

La esperada conferencia de prensa de José Sicart, ya ex director deportivo, tuvo lugar ayer. Se esperaba que, tras cuatro años al pie del cañón, disparara alguna que otra bala. Pero nada más lejos de la realidad. Sicart se marchó, curiosamente, entre lágrimas y, según sus propias palabras, "sin rencor".

Las lágrimas aparecieron temprano. Fue en el interminable capítulo de agradecimientos, cuando habló de Josep Maria Grau, el delegado del equipo. También escogió el día de su despedida para pedir disculpas a la Prensa, con la que no ha tenido una gran relación a lo largo de las cuatro temporadas que ha sido director deportivo: "Pido disculpas a los medios de comunicación, pues nunca tuve el fin de perjudicar a nadie", dijo. Y fue en esos precisos instantes cuando asumió errores: "La Primera nos cogió sin un conocimiento profundo de la categoría, y tuvimos deficiencias en la planificación". Más tarde añadiría que "soy el primero que reconozco que me he equivocado con algunos fichajes, pero no es cuestión de decir quién trajo a cada jugador pues todos somos los responsables de los futbolistas que han venido". No quiso, eso sí, desvelar el nombre de esos posibles errores en materia de fichajes.

Sicart precisó que el "entorno ha sido de inestabilidad, y así es difícil trabajar y tener la tranquilidad necesaria para buscar unos objetivos". Sin embargo, poco después añadió que ese entorno no ha influido en la decisión del Consejo de no renovarle el contrato: "Las juntas directivas pueden tomar decisiones importantes, y no creo que un medio pueda influenciarlos". Su conferencia de prensa dio poco más de sí, pero más tarde, en SER Tarragona, se soltó el pelo y dejó mejores titulares

Llera y Maku.

Al primero lo tildó de "desagradecido", argumentando que "en pocos clubes lo tratarán como aquí. Pidió la baja a última hora y accedimos. Ha cobrado religiosamente, cuando pudimos perfectamente firmarle el finiquito". Con Makukula no fue tan duro (el congoleño sí lo fue con él), pero desveló lo ocurrido en el mercado de invierno: "Maku no estuvo en Brescia, sino en Londres. Su representante nos llamó para decírnoslo".

Siguió entonando el mea culpa ("el primer responsable del descenso soy yo), habló de su manera de ser ("no soy antipático, sino tímido) e incluso de su relación con Luis César: "Los dos tenemos carácter y cada uno defendía lo suyo. Tuvimos discusiones, pero deben verse desde un prisma deportivo. Aprendí de Luis César".