El Cádiz enreda al Castilla

Pocas veces los tres puntos en juego significaron tanto para el equipo que los obtuvo (el Cádiz) y para quien los vio volar (el Castilla). En el caso del primero, el laborioso y merecido triunfo ante una marea de fieles entregada a la causa (un millar de gaditanos animó a su equipo) le hace trepar sin prisa y sin pausa hasta los puestos de privilegio tras dejar en el camino muchas dudas justificadas. Y un técnico: Oli. Por su parte, la derrota hace que en el filial resurjan los fantasmas, pues los puestos de descenso ya se tocan con las manos.

Para el éxito del Cádiz fue clave el impoluto planteamiento de su entrenador, pues la presión a la hora de defender y la verticalidad en el momento de desbordar fueron ejemplares, haciendo de su equipo uno de los mejores conjuntos que ha pasado por Valdebebas. Pero hubo más: la contundencia de su medular, el descaro de Lucas Lobos, la pelea del Cacique Medina y la calidad de Pablo Hernández, el autor de un gol muy andaluz: gambeteo, sorteo de rivales y zapatazo con astucia. Al rincón. Donde nadie llega.

Sin embargo, para el fracaso del Castilla, cuarto consecutivo, poco tuvo que ver su técnico ya que fue valiente en su alineación e inteligente en las sustituciones, con el lastre acumulado de tener seis bajas de peso (tres en ayuda de Capello, dos sancionados y Javi García en el curandero). Por ello, Michel hizo debutar al perico Sergio Sánchez a pesar de que sólo se entrenó con el equipo un día y, además, dio la alternativa a una de las perlas de la cantera (Parejo) sin que sus 16 primaveras fueran un impedimento. El central estuvo rápido al corte y participativo en la salida del balón. El centrocampista, el chaval, fue muy descarado y eso, a su edad, es muy buen síntoma. Calidad ya sabemos que la tiene.

La fiesta.

Todos estos detalles se unieron a los ya conocidos en la previa: el club decretó el 'Día de la cantera', el estadio se llenó, la Fundación del club premió a la afición cadista por ser la mejor de la temporada pasada, pero nadie informó de que el árbitro protagonizaría un show. Primero anuló un gol legal a Lobos, después dejó impune una agresión de Raúl a Negredo, más tarde no señaló a De Quintana un penalti por mano y remató su actuación con una amarilla a Fleurquín por entrar a Rodri, cuando lo que recibió a cambio fue un agresivo manotazo. Quizás lo mejor fue el resultado final: empate a dos errores, que no influye en el resultado, pero lo desluce.

Con este marcador final el Cádiz puede replantearse de nuevo el ascenso a Primera premiando a su fiel afición mientras el Castilla debe pensar si enorgullecerse por ver a varios de sus pilares hacer de Beckham y Ronaldo en el primer equipo vale la pena, o puede suponer un adiós inesperado.

José González "Sufrimos pero tuvimos una gran recompensa"

Hemos sufrido mucho pero tenemos la gran recompensa de los tres puntos. Cuando se gana 0-1 no hay pena que valga. El equipo lleva una buena trayectoria; a base de esfuerzo, los resultados están llegando. No he tenido problemas con Míchel durante el partido. Son cosas del fútbol y ahí quedan. Fleurquín tenía un golpe y molestias en la rodilla desde la primera parte, por eso entró Bezares, que ha hecho un buen trabajo".

Agus "El 0-1 es justo porque no tuvimos ambición"

El partido se nos ha presentado mal con el gol tan tempranero, que nos ha pillado con la caraja. Nos faltó ambición. Ellos han estado mucho mejor y hemos despertado tarde. El Cádiz han estado bien plantado. El resultado es justo porque aunque hemos mejorado no hemos hecho lo suficiente. Las bajas se notan aunque los que salen lo hacen bien. Se nota que Sergio Sánchez ha jugado en Primera. Es un lujo jugar con él".

Codina no pudo detener el gran disparo de Pablo

Minuto 19. Pablo Hernández recibió un balón pegado a la banda derecha. Encaró a la defensa del Castilla y la fue sorteando en el borde del área, siempre con la portaría a su derecha, paralelo a ella. Tras sortear a tres adversarios lanzó un zurdazo raso que entró por el palo izquierdo de Codina.